¿Te parecen demasiados los 4.000 euros que pide Technics para hacerte con su nuevo plato de edición limitada? Espérate a ver estas siete obras de arte que cuestan más que un Maserati.
Rossner and Sohn MOTT (hasta 117.000 euros)
Un bicho de proporciones mastodónticas y un peso de 325 kilos ideal para llevar al club. Eso sí, si te quieres hacer con uno de ellos deberás esperar medio año y abonar más dinero del que te hayas gastado jamás.
OneDof One Degree (117.000 euros)
¿Cuántos giradiscos pueden presumir de estar diseñados por un ingeniero espacial de la NASA? Probablemente solo este, que dice eliminar toda reverberación gracias a su suspensión líquida. Sus acabamos vienen con metales aeroespaciales, claro, y enchapado de oro de 24 quilates. Pesa unos manejables 23 kilos.
Basis Audio Work of Art (117.000 euros)
Ellos mismos llaman a este tocadiscos obra de arte y no seremos nosotros quienes le contradiremos. Otra cosa, eso sí, es que los más de 100.000 euros estén justificados. De lo que sí puede presumir es de tener una tecnología que consigue aplanar esos siempre molestos discos abollados y, hombre, eso no tiene precio.
Transrotor Artus (117.000 euros)
Una obra de arte de la ingeniería con mayúsculas; sin paliativos. Y también de un peso sobrehumano: un cuarto de tonelada. Equipado con lo mejor de la tecnología alemana en ámbitos como la suspensión, la tracción, el equilibrado dinámico y algo que llamana presentación del sonido verdaderamente holográfica.
Audio Consulting R-evolution Meteor (145.000 euros)
Gastarse más de 100.000 euros para que luego el trasto funcione a pilas suena a chiste, pero es real como la vida misma. Este tocadiscos, además, está hecho a partir de un árbol que dejaron secar durante al menos 20 años. Luego tuvieron a un equipo de artesanos alisando la superficie. Ojo, porque también viene en rojo Ferrari.
Goldmund Reference II (185.000 euros)
El equivalente a un Patek Philippe de los platos. Este Reference II estaba limitado a 25 unidades cuando salió al mercado en 2007 y pesa unos 35 kilos. Su tecnología para hacer que los discos suenen limpios y puros parece sacada de una película de ciencia ficción: “correa de nitrógeno líquido rectificado”.
AV Designhaus Derenville VPM 2010-1 (500.000 euros)
Ingeniería alemana en su máximo esplendor. El que creemos que es el giradiscos más caro del mundo viene con un combinado de técnicas analógicas y digitales para satisfacer los oídos más audiofilos. Cuenta con un escáner que lee la superficie de los discos y recopila los surcos y las pulgadas, además de una cámara HD y pantalla para comprobar que la reproducción va como la seda.