Metal Machine Music de Lou Reed ha sido calificado como uno de los peores discos de la historia, un álbum maldito se mire por donde se mire. Aunque si rascas en la superficie descubrirás un producto sorprendente lleno de pasión genuina y que mejora con cada escucha.
Metal Machine Music es un trabajo que no deja indiferente a nadie, o lo amas profundamente o lo odias con toda tu alma. Se trata de un álbum para valientes, para personas que lo encaren sin prejuicios buscando cuestiones filosóficas sobre la naturaleza del sonido, o para personas que quieran una experiencia diferente bajo la influencia de ciertos estupefacientes. Metal Machine Music no se puede escuchar bajo las premisas tradicionales, no puedes sentarte a escucharlo tranquilamente en tu sofá, ni utilizarlo mientras realizas un ejercicio físico y mucho menos ponerlo en tu coche mientras afrontas un trayecto de larga duración.., porque las consecuencias podrían ser desastrosas. Quizás por esa dificultad de consumo durante muchos años fue considerado como el peor disco de la historia, aunque con el paso de los años ha conseguido que muchos melómanos lo consideren como un clásico memorable.
A mediados de 1975 Lou Reed podría considerarse una estrella del rock de éxito y conociendo la actitud punki del bueno de Reed eso no era lo que buscaba. Ese constante rechazo a la fama y su deseo de romper con lo que se esperaba de él, son dos causas que explican por qué su siguiente elección después de esa joya llamada Berlín, fuera tan desconcertante y tan radicalmente opuesta. Entonces las leyendas urbanas y los rumores comenzaron a surgir en los mentideros del rock. Algunos decían que era un intento de Lou Reed de librarse de su contrato discográfico, o una forma rebelde de joder a los fans que le exigían que siguiera la línea de sus canciones más populares. Al parecer todos estos rumores sobre el lanzamiento de Metal Machine Music fueron creados o inspirados por el propio artista. Lou Reed aseguró: “A la mayoría de vosotros no os gustará esto, y no os culpo en absoluto. No está hecho para vosotros”.
Otra de las razones por las que este álbum es tan especial, es porque Lou Reed lo grabó solo. Ni en un estudio ni con un ingeniero, Lou lo cocinó y lo guisó él solito en su loft de Manhattan, trabajando hasta altas horas de la noche puesto hasta las cejas de metanfetaminas. En la grabación real sólo había un par de amplificadores y guitarras con afinaciones abiertas apoyadas en ellos, unos cuantos micrófonos y una grabadora. Cuando se sube el volumen de un amplificador, la vibración del sonido estimula las cuerdas y pastillas de una guitarra cercana, generando lo que todos conocemos como realimentación. Lou Reed experimentó con los ajustes y la colocación de las guitarras y luego mezcló los resultados en cuatro piezas separadas de 16 minutos, cada una de las cuales tiene información completamente diferente de la que ocurre en cada canal estéreo.
Aunque os parezca increíble Metal Machine Music vendió inicialmente unas 100.000 copias, lo que lo convirtió en el álbum de música noise más vendido de todos los tiempos, pero muchas de esas copias se devolvieron rápidamente y el disco se retiró casi de inmediato de las tiendas. Poco a poco Metal Machine Music cayó en el olvido durante muchos años, aunque volvía a salir a la luz cuando se realizaban listas de la peor música de la historia. Pero algo empezó a sucederle a Metal Machine Music con el tiempo, una nueva generación se alzaba libre de complejos y convirtieron el álbum en su biblia más venerada. Sonic Youth fueron sus apóstoles más devotos, lanzando en 1998 Silver Session for Jason Knuth, una “versión” de Metal Machine Music creada en una habitación repleta de amplificadores y guitarras ardiendo de feedback.
Si quieres entender Metal Machine Music debes aceptar su brutal enfoque físico. Para Lou Reed este trabajo conecta directamente con el cuerpo, separándote del extremo más cerebral de la composición experimental. Reed recomendaba escucharlo con auriculares a todo volumen, paseando por la calle concentrándose en el presente, despejando tus neuronas de cualquier estimulo más allá del estruendoso ruido que produce y que reverbera alocado en tu interior. “Es imposible siquiera pensar cuando la cosa está encendida. Te destruye. No puedes completar un pensamiento”- asegura Lou. En Metal Machine Music no hay reflexión, no hay relato, no hay narrativa, es una terapia primitiva que busca los límites del sonido, sus aristas más desconocidas y salvajes.
Un genio no es alguien que simplemente haga cosas buenas o de una calidad exquisita, un genio es aquel que sorprende, que se atreve, que se enfrenta sin miedos a los convencionalismos. Lou Reed demostró durante toda su carrera que era un genio, pero con Metal Machine Music fue un paso más allá, demostrando que la libertad de un artista es un valor irrenunciable, que la visión propia es mil veces mejor que los susurros complacientes del rebaño dócil. ¿Te gusta Metal Machine Music? Bien. ¿No te gusta Metal Machine Music? Bien también. Porque entonces podremos afirmar que Lou Reed consiguió lo que buscó durante toda su vida…, alejarse de la indiferencia lo más lejos posible.