Cuando era pequeña me encantaba un cómic de superhéroes que protagonizaba El Hombre Enmascarado, una suerte de personaje fantasmal que habitaba en una isla con forma de calavera si mi memoria no me falla. Una de las características del tipo era su presunta inmortalidad, que en realidad escondía una dinastía en la que se heredaba el título que pasaba de padres a hijos… por supuesto no se mencionaba a las madres en ningún momento, como si los sucesivos hombres enmascarados surgieron por generación espontánea.
Escrito ya el párrafo de sinsentidos que me caracteriza, este disco me recuerda un poco a eso de heredar los superpoderes. La mujer que protagoniza este vinilo no es sino la hija de la leyenda de Detroit Robert Hood, bautizada como Lyric Hood, quien edita su segundo EP completo tras el single “Not Enough” del pasado verano como pájaro que abandona definitivamente el nido.
Lyric, precioso nombre, ha tirado hacia el monte por el lado más soulful de las influencias paternas con estos cuatro cortes de gospel house anabolizados por potentes bases rítmicas que tan pronto pueden valer para dotar de alma a un set de techno monolítico, como para dar energía a un set de house que se está convirtiendo en ketamínico.
El sonido es muy clásico pero a la vez se aprecia la juventud de la artista en su acercamiento desenfadado al baile. Los temas tienen lo preciso de repetitividad, una potente carga vocal y están ejecutados con una técnica excelente, como en el corte que abre el plástico: “Hard 2 B N Love”.
Similar receta es la que lleva en su interior “Lose my Mind“, más directamente pensada para el baile desenfrenado.
“Let me tell You” es mi favorita con ese bajo gordísimo y el vocal más profundo de la colección. La cara B cierra con “11.44“, acordes detroitianos, ritmo gamberro de 909 y mucha samba sintética.
Me llena de orgullo y satisfacción comprobar que el refrán “en casa del herrero, cuchillo de palo” no siempre funciona.
Bienvenida seas Lyric a este campo de nabos que sigue siendo el techno, da
recuerdos a tu padre de nuestra parte que le queremos mucho por aquí.