No sé si habéis percibido que he desaparecido de estas páginas por una
temporada, he estado buscando curro en otras publicaciones más mundanas para ver si pagaban más que aquí, pero me he encontrado con que la miseria habita en TODO el periodismo del tipo que sea y es muy complicado vivir de las letras en este mundo mierdoso en el que nadie lee ni escribe y las notas de voz son la expresión máxima de comunicación. Además en esos sitios convencionales no me iban a dejar escribir de lo que me da la gana y aquí sí puedo hacerlo, así que al final me he rendido y he optado por trabajar por una miseria sin sacrificar mi libertad. A ver cuánto me dura este alarde de autenticidad.
Mientras me pensaba dejaros huérfanos de mi conocimiento y gusto he
aprovechado la semana santa para largarme a un Spa a vaciarme los poros de odio y en la banda sonora que he cargado en mi teléfono para acompañar este retiro he incluido este disco del que voy a hablar a continuación, que lleva un título que casa perfectamente con la actividad que he llevado a cabo en estos días pasados.
Moonlight Resort & Spa es un proyecto de dos músicos polacos, Michał Wolski y Tomasz Zając.
“Aromaterapia“, el primer álbum de larga duración del dúo, es una visión radical de la música de ambiente atemporal que te atrae con tanta fuerza que lo que está en primer plano pierde su enfoque y color. Es una visión despiadada de la “música de ascensor” concebida por Brian Eno, que nos transporta a un piso diferente de un mundo diferente al que esperábamos encontrarnos al salir del mismo.
Este EP consta de cuatro pistas basadas en el canon de los rituales chamánicos para calmar el cuerpo y el espíritu, una enciclopedia de la calma y la meditación administrado en largas dosis que incluso llegan a los 30 minutos como es el caso del tema que cierra el disco, “Sanitas per Aquam”.
Para colmar mi fetichismo, además de en formato digital, está editada en cassette lo que me proporciona una excelente excusa para volver a visitar a mi madre y catarla en ese hifi antediluviano del salón y de paso llevarme unos jugosos tuppers para mi avituallamiento semanal.
