Aprovechamos nuestra estancia en el IMS para hablar con una de las figuras clave del proyecto Burn Residency sobre la salud mental en el clubbing, sus secretos de diggin y su visión de lo acontecido en Georgia.
Con motivo del IMS y de su implicación como una de las alma mater del proyecto Burn Residency, Nastia es – sin duda – una de las artistas más interesantes que hay en el panorama actual. La ucraniana ha vivido un impulso fulgurante de su carrera en los últimos años y, gracias a su selección musical sin barreras y comprometida con la música de calidad, se ha situado como una de las principales actoras de la escena.
Es por ello que Burn Residency quiso contar con ella para que le transmitiera a todos los embajadores, muchos de ellos en plena formación artística, sus impresiones e ideas sobre cómo construir una carrera internacional en el panel IMS x Burn: ¿Cómo convertirse en DJ internacional?, además de tener un rato a solas con ellos después y poder hablar y transmitir sus conocimientos de tú a tú.
Entre una cosa y otra, tuvimos una charla animada y distendida sobre su implicación en Burn Residency, su intervención en el panel IMS x Burn y los recientes eventos de Tiblisi…
Estamos en el IMS, cuyo tema principal este año ha girado en torno a la salud mental y a los efectos de la gran carga de tours que tenéis los artistas. Solo este fin de semana, después del panel de IMS x Burn, tocas en Dalt Vila, luego te vas a Escocia y luego a Detroit. ¿Hay alguna forma de minimizar el impacto de este tipo de agendas?
¡No! (Risas)
¿Cómo haces para sobrellevarlo?
Solo lo haces. No hay secreto. Por ejemplo, no hago deporte porque no tengo tiempo para ello. No tomo vitaminas, aunque a veces si que tomo melatonina si tengo un jet lag muy exagerado. No tomo pastillas para dormir, nada que me altere el sueño, o cosas que me den energía.
Nada especial, en verdad. Lo que si intento es comer muy sano, lo más que puedo, muchas frutas frescas y vegetales, sin cocinar, y beber mucho agua. Sin embargo, creo que lo más importante cuando tienes estas agendas es dormir todo lo que puedas. Dormir en cada oportunidad que se te presente, aunque sea una hora. Yo, por ejemplo, siempre duermo justo antes de un bolo, me gusta levantarme fresca e ir directo a tocar.
Imagino que esa estrategia incluirá no beber mucho alcohol…
¡Para nada! (Risas) Yo particularmente sí que bebo, de hecho ayer bebí un poco de más y ahora tengo una pequeña resaca (risas). Aunque lo que si no hago es fumar. Cero cigarrillos. Y nunca he tomado drogas. De ninguna clase.
Está claro que es clave para poder estar sano mentalmente…
Sí, pero lamentablemente es una excepción hoy en día que un DJ nunca haya tomado drogas…
Acabamos de salir de escuchar tu intervención en el panel de Burn Residency, un proyecto del que eres mentora. ¿Cómo te tomas ese rol de referente de los artistas que participan? ¿Qué lección les darías?
Creo que hay que entender que los consejos que yo pueda dar son un tema muy individual. Me refiero a que lo que yo diga puede venirte bien a ti y serte de utilidad, pero quizá no lo sea para otro. Así que la lección más básica que puedo darle a las nuevas generaciones es que estudien y sepan la historia de la música electrónica. Primero tienes que saber quién creó la escena… Quién estuvo al principio… Qué música escuchaban esas personas en la radio en los 80 y 90… Qué tipo de música se producía en esa época. ¡Empezad por las raíces! Cuando entendáis todo lo que ocurrió y cómo hemos llegado hasta aquí, o qué tipo de sonido había al principio, entonces entenderás qué es lo siguiente que hay que hacer, qué se puede innovar, qué se puede cambiar o qué tipo de música quieres producir. Siempre hay que empezar por eso, porque así tendrás un gusto y la imaginación.
Si empiezas desde ahora y te basas en la música que es popular ahora no llegarás lejos. Ahora todo es demasiado simple, tanto hacer la música como pincharla. Necesitas buscar la música, hacer diggin, llegar a algo más y todo lo significativo – al menos para mí – viene de esa época.
Eso me lleva a mi siguiente pregunta… Hace poco veíamos un video que grabaste antes de tu bolo en Watergate, mostrando algunos discos que habías comprado. Cuéntanos algunos de tus secretos de diggin…
Voy a la tienda de discos y les pido que me digan dónde están los discos más viejos de la tienda (risas). Primero echo un ojo a los discos viejos y ya, si eso, miro las novedades o los discos de mis productores favoritos. Por ejemplo, en ese momento compré varios discos de Music Man, el sello belga; también varios de Naif, el sello de Tobias; además de algún que otro del propio Tobias, de Efdemin, más modernos. Pero casi todos los que pillé eran clásicos de los 90. Y nunca compro a ciegas, sin escuchar los discos. Nunca compro por comprar, quiero saber qué hay.
Y, hablando de los videos, eres muy activa en las redes sociales. Estas plataformas viven tiempos controvertidos en estos momentos por el tema del uso de datos personales. ¿Qué tan importante es encontrar un equilibrio a la hora de usar tus redes? ¿Te pones algún límite?
Personalmente, solo posteo lo que me parece interesante en el momento. E intento no hacer más de dos posts al día, uno por la mañana y otro por la tarde – pasadas las 17.00 y antes de las 20.00 –. Si ves más de dos post al día de cualquier DJ ya se convierte en algo pesado y no quieres mostrarle toda tu vida a la gente y, sobre todo, no molestar.
E, ¿intentas separar de alguna forma tu vida personal de la profesional?
No, nunca. Si has visto mi cuenta de Instagram, hay muchas fotos mías con mi hija, de mis vacaciones… Incluso mi hija tiene cuenta de Instagram, y ahí si que controlo lo que pasa. Yo tengo acceso a su cuenta y le ayudo a manejarla, porque al final nosotros somos hijos de una época en la que no había RRSS y en la actualidad es muy difícil aislar a nadie. Lo mejor es ayudarla…
Vimos también hace poco que ponías un mensaje de apoyo a Bassiani, tras su breve cierre, por el tema de la redada que hubo y de cómo toda la gente salió masivamente a la calle para protestar contra ellos. ¿Cómo lo has experimentado? Desde luego, la electrónica ha vuelto – al menos durante ese momento – a su espíritu combativo original…
Tampoco lo veo así. Creo que fue un caso aislado, especial. Ha pasado en otras partes. Ha habido redadas policiales en Ucrania, en Rusia, y ahora en Georgia. Suele pasar, sobre todo, en Europa del Este, porque los políticos intentan demonizar la música electrónica y promocionarse diciendo “Hemos atrapado a los narcotraficantes”… y es todo mentira. En las noticias queda genial decir “hemos desmantelado un club porque había muchas drogas”, “somos los buenos” o “hemos salvado a vuestros hijos”. Es todo promoción política. Es todo mentira. Pero en Georgia se han topado con un gran movimiento de apoyo a la escena que ha conseguido sacar a la gente a la calle, a luchar por sus derechos. ¡Ha sido increíble! ¡Es un momento histórico, sin duda! Les tengo mucho respeto.