Cuando se supo en febrero la noticia de que el icónico dúo francés Daft Punk se disolvería después de 28 años, las ventas de sus discos aumentaron ostensiblemente, a la vez que lo hacían todo tipo de memorabilia, merchandising y objetos varios. Discogs ha comunicado que una edición japonesa en vinilo de 2002 del “Discovery” de Daft Punk se vendió el pasado febrero por 2.380$. La portada tiene un artwork único, donde aparecen los personajes galácticosdque protagonizan cósmicos que aparecieron en los videos musicales que acompañaron a “Discovery”.
“Discovery” fue también la banda sonora de la película anime “Interstella 5555: The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem“, una colaboración entre el dúo francés, Leiji Matsumoto y Toei Animation. Todos los videos que acompañaron a los tracks del álbum son segmentos de la película.
Pese que “One More Time” fue (y sigue siendo) un hit mundial y que “Harder, Better, Faster, Stronger” sigue pululando por algún rincón de la mente (y en menor medida, “Digital Love”) este no nos parece el mejor álbum de Daft Punk. “Discovery” es una excelente BSO, una pajillada sublime cogiendo la música disco para convertirla en un chicle que no pierde su sabor (fresco, dulce) consumido dentro de la BSO y con moderación, pero que empalaga con el tiempo por su sobreexposición. Alguna prensa anglosajona catalogó a este álbum como un disco “conceptual”… algo que se nos antoja más propio del fan que espera paciente en la puerta del camerino para felar a los protagonistas. No tenían un álbum “como tal” plagado de hits para soltar en las pistas del globo. Tenían dos hits que encajaban más en anuncios de colonias que en el clubbing, pero tuvieron la virtud (y la pasta) para trasladar todo aquello a una buena película, sin más, pasado ya el fervor por el manga que tuvo aquella generación que a principios de siglo ya tenía un pie en la vida adulta.
Aquellos cascos que venían del underground y que entregaron uno de los mejores discos de la historia de la electrónica, “Homework” , resultarían estomagantes (pero impecables) en lo estético y en lo musical por la excesiva exposición -no estando- y por una impecable comercialización de su merchandising/obra.