En su nueva película, Asghar Farhadi, vuelve a levantar una intriga precisa, retorcida y claustrofóbica partiendo, una vez más, de lo cotidiano.
Como ya es habitual, en su cine, sus héroes no llevan capa. Son, sencillamente, gente normal y corriente que intenta por todos los medios salir del corrupto laberinto burocrático en el que se hayan inmersos tratando de superar las imposiciones inhumanas de un Estado cruel, impasible e injusto con sus ciudadanos.
En “Un Héroe”, Farhadi vuelve a situar su acción en su Irán natal (en concreto en la ciudad de Shiraz) tras su acercamiento en 2018 al melodrama ibérico en “Todos lo saben” protagonizado por Penélope Cruz y Javier Bardem, una estupenda película que desafortunadamente no terminó de cuajar a nivel de público en nuestro país, a pesar de estar muy por encima de la media.
Con la habilidad de un relojero suizo para construir diálogos, el galardonado director, ganador de dos Oscars (uno con “Nader y Simin, una separación” y otro con “El viajante”) demuestra de nuevo su maestría como guionista y su destreza para realizar un cine de carácter social usando los parámetros del cine de intriga e incluso del Thriller. Sometiendo al espectador a la constante reflexión sobre los diferentes dilemas morales que su película plantea.
Al mismo tiempo , siempre partiendo de una premisa sencilla, su cine se va enredando, secuencia a secuencia, construyendo una complicada trama, un compleja maraña kafkiana, de la que sus protagonistas ven casi imposible zafarse y encontrar una resolución satisfactoria a sus conflictos.
Los intentos de Rahim (Amir Jadidi), que se encuentra cumpliendo condena por una deuda adquirida con un familiar (su cuñado Hossein), por librarse de la cárcel no llevan a buen puerto a pesar de sus continuados esfuerzos. Su cautiverio imposibilita la manera de poder hacer frente al pago de la deuda. Se encuentra en una encrucijada, encerrado, sin posibilidad de trabajar, abandonado por su esposa, con un hijo al cargo con problemas en el habla y una relación íntima con una mujer que mantiene en secreto al considerarse inapropiada.
La repentina aparición de un maletín con monedas de oro que por casualidad encuentra esa novia oculta de Rahim podría ser la solución a su problema, pero la devaluación de la moneda hace que su venta no sea suficiente para saldar su deuda por lo que Rahim, durante uno de sus permisos, decide encontrar al dueño del maletín, convirtiéndose así, en un héroe para la opinión pública ya que la noticia de la devolución del dinero por parte de un preso correrá como la pólvora por las redes sociales.
Farhadi nos hace empatizar durante los primeros minutos del film con el protagonista para, poco a poco, ir retorciendo las motivaciones de sus actos, hasta llegar al punto en el que nos cuestionemos sus verdaderas intenciones y pongamos en duda si nos encontramos ante un héroe o un sinvergüenza. Un juego al despiste para involucrar al espectador, hacerlo reflexionar y volver, una vez más, al leit-motiv de prácticamente toda su obra que es la denuncia del sistema teocrático de Irán, basado en unas arcaicas normas sociales y una serie de leyes absurdas totalmente incongruentes con los tiempos que vivimos.
Farhadi se erige así, como un Ken Loach del mundo persa para el s.XXI. Un maestro absoluto del cine social que en esta ocasión, con un tono más ligero y accesible para el gran público que en sus anteriores obras, vuelve a mostrarnos la crueldad de un sistema inhumano, un Estado corrupto especialista en poner la zancadilla al ciudadano de a pie.
“Un Héroe”, entre otras distinciones, fue galardonada con el Gran Premio del Jurado en la pasada edición del festival de Cannes y se estrenará en cines de toda España el próximo 4 de Marzo.