Nørbak: Sátira (N R B K)

El recorrido discográfico de Artur Moreira es intachable. Desde que comenzase a lanzar trabajos en 2016, el productor portugués que firma como Nørbak, ha sacado referencias en Labrynth, Warm Up Recordings, Illegal Alien, Soma, Axis… Un elenco de sellos ejemplares para los amantes del techno profundo, duro y con sustancia. A sabiendas de todo esto, lo natural era que tarde o temprano, Moreira se decidiera a crear su propio sello, cosa que acaba de suceder. N R B K, el sello epónimo por las consonantes de su apodo, se estrena con un EP de tres cortes en el que el productor portugués, en vez de poner su peculiar y atractivo sonido al servicio de otros, se decide por crear su propia escuela.

Sátira”, primera referencia del sello de Nørbak es una continuación lógica, tremendista y feroz de su propuesta del año pasado. A un estilo con graves de enorme vastedad (hay una reverb siempre impresionante en sus temas, como si ya estuvieran sonando en un espacio inmenso) lo complementan unos sintetizadores recurrentes y suaves, que le dan al conjunto una sensación tétrica, siniestra. Pero son esos ritmos, tan pertinaces y correosos, los que hacen que este breve EP resulte tan atractivo. Si la introducción, “We wont let you fall” es sólo un ambiental preludio de lo que viene después –algo a lo que, por otro lado, nos tiene perfectamente habituados Moreira, que gusta de explorar en sus referencias espacios sin beat- los otros dos tracks, “Pária” y “Sátira” son dignos de un Tresor distorsionado, repleto de estímulos y desquiciamiento. A nivel personal, es el tema central (“Pária”), con un kick que no hace esperar demasiado la rudeza, el que más nos llama la atención: techno hipnótico y díscolo, indecente; que no necesita reducirse para parecer sobrio ni llenar la pista de estímulos para resultar masivo.

Nørbak

Pero en este cortísimo “Sátira” hay pocas cosas que no destaquen. Su puesta en conjunto nos parece lógica, porque reúne los principales recursos de Nørbak para formar el fundamento de su nuevo sello: un poco de experimentación, una noción profunda de la espacialidad y no mercy. Un credo, por lo demás, parecido al de grandes nombres de la escena como el de Reeko o Kaiser, conocedores de un cierto sonido alemán que se dedican a desplegarlo y desfigurarlo con tino. De este modo, el estreno de Artur Moreira de y para su propio sello, es un acierto. Nos deja con un ojo estrábico, puesto en cuál será su siguiente propuesta para N R B K, o su primer invitado; esperemos que continuando esta línea de devastación sofisticada.