Voy a romper una de las normas de la casa al revisar un disco de un sólo tema, por aquello de ser vos quien sois: en este caso Orbital. Estos dos hermanos cerca de la prejubilación llevan ya un tiempo con los fastos de celebración de su treinta y tantos aniversario en el negocio, acompañando la traca festiva con una edición de lujo en forma de caja repleta de remixes y detallitos de cercana edición que van regalando en dosis de a uno con adelantos como éste que ahora reviso.
Poco queda ya en el arsenal sonoro del dúo de aquel sonido fresco y eléctrico de sus primeros álbumes, lo suyo ya es el pop electrónico de estadio y festival de más de 50.000 personas: a nadie nos sorprende ya este giro.
Para la ocasión han tirado de archivo sonoro y han utilizado la voz del finado Stephen Hawking, con su añorado vocoder forzoso y en un somero ejercicio de apenas tres minutos de duración lo han decorado con sus clichés de toda la vida. El resultado, Dios me perdone, ha sido mucha confusión para mis oídos: me parece barroco y nonsense, previsible y prescindible. La verdad es que me ha resultado infumable. Una pena, la verdad.
Llegada a este punto, no tengo mucho más que decir al respecto, si eres fan hazte con él: si esperabas encontrar algo sorprendente ahórrate el viaje.
El video salva un poco la papeleta con los interesantes visuales, échale un ojo.