
El productor de Chicago vuelve a firmar un trabajo ácido y atemporal. Electro y techno de siempre.
Esta semana pasada salía el nuevo trabajo de Max Ravitz en Acid Test. Firmado como Patricia, este alias del productor estadounidense cumple con su historial familiar: nacido en Chicago y con raíces familiares en Detroit. “Less than 7”, marca el regreso de Ravitz al ejercicio ácido. Cuatro tracks, con propuestas bastante distintas entre ellas, comparten entre ellas la gama cítrica de los sintetizadores analógicos. Si tanto en el primer corte como en el cuarto podemos escuchar unas cajas y una variación de sintes cercana al electro, son en cambio el A2 y el B1 los temas que más nos llaman la atención de este doce pulgadas. Os contamos por qué.

“Head Gap Width” es un primer ejemplo de un techno más ácido y animado. Con el repiqueteo del plato, en un tono prácticamente clasicista, unos sintetizadores suaves y reiterativos ponderan un track nervioso: alucinado. En él, Ravitz demuestra, al igual que lo hizo en el LP que lanzó el año pasado en Analogical Force, que se mueve mejor a muchas revoluciones. El conjunto melódico, de aire eufórico y prácticamente trancero, procura reunir muchas influencias en una pista extensiva y tensa, pero suave. Un rompepistas.
El B1 es, en detrimento del resto, nuestro track preferido del lanzamiento. “Winding to the Side”, como su predecesora, nos recuerda que Patricia sabe sonar contemporáneo sin reinventar la rueda, sino trabajando sobre máquinas de corte más tradicional. Casi en la línea del primer largo de Recondite, el tema se desarrolla en un acid techno esquelético, hermoso y creciente. Con muy pocas herramientas y recursos, con un sonido atemporal pero nada nostálgico, Max Ravitz logra configurar un EP que crece de intensidad en su centro, que expande y trabaja ideas sencillas; pero logrando un impacto fantástico y ageneracional. En la cuna de todo está también la fuente del cambio y la continua transformación.