Reeko: “Hay muchos artistas que quieren conseguir la fama a golpe de talonario”

Nos reencontramos con el artista asturiano para hablar de sus nuevos proyectos y sus primeras inspiraciones, así como de los problemas que la escena debe neutralizar con mayor urgencia.

 

“Hay llenasalas de turno que se pasan más tiempo abrasando en las redes que aportando a la escena.” Era día 9 de diciembre de 2016 y, en este mismo medio, el asturiano Juan Rico soltaba esa frase sin pelos en la lengua. Actualmente, el productor y DJ asturiano, conocido por sus dos alias Reeko y Architectural, se encuentra en uno de sus mejores momentos, pese a que, según él, no suceda lo mismo con la escena electrónica underground. Charlamos con Reeko sobre sus dos alias, sus nuevos proyectos, sus sesiones como Selección Natural, sus primeras inspiraciones y muchísimas cosas más.

 

¿Reeko, Architectural…?

Juan, siempre mejor.

 

Tal vez haya algún lector de Beatburguer que no sepa quién eres. ¿Cómo te presentarías en pocas palabras?

Juan Rico.

 

¿Podemos decir que representas la cara más íntima y profunda de Pole Group, incluso la más abstracta y ambiental?

La verdad es que nunca lo había oído, pero es todo un halago. En cierto modo, sí que tengo cierta inclinación por lo abstracto y lo ambiental y, con el paso los años, sí que noto que cada vez me interesa más ese terreno, así que supongo que es inevitable que ello se refleje en la música.

 

Publicaste tu primer disco a los 21 años. Ha llovido desde entonces…

¡Y mis gustos han cambiado! Me sigue gustando la música que hacía por aquel entonces, pero debo reconocer que empecé muy joven y con muy poca experiencia. Es algo que, hoy en día, yo lo noto mucho. Tenía una excesiva “obsesión” por el sonido industrial, concretamente el de Birmingham. No es que me arrepienta, pues toda esa etapa forma parte de mí, pero sí creo que frenó bastante mi creatividad. Hoy en día, me encuentro en un punto más abierto mentalmente, lo cual beneficia a mi creatividad. El problema es que los años también te exigen más en lo que haces y eso hace que me piense mucho más cada cosa que hago en el estudio. Como digo, no me arrepiento, pero quizás me hubiese gustado abrir más el abanico de posibilidades desde mis inicios. Pero, sí, aún hoy en día sigo pinchando algunos de mis discos viejos, así que mis gustos habrán cambiado menos de lo que creo.

Además, en tus inicios, producías con medios más bien escasos. ¿Sigues utilizando algunos de esos aparatos antiguos?

Sí, aún utilizo algo de todo eso, aunque no lo recuerdo con los mejores ojos, la verdad. El primer año fue muy frustrante. Los medios eran excesivamente escasos, por no hablar de las habitaciones donde me monté el estudio durante ese primer año y medio. No estaban acondicionadas y los monitores no eran en absoluto de respuesta plana, ni nada que se le pareciera. No fue nada sencillo, especialmente porque quise empezar a editar discos lo antes posible, pese a ser muy novato. Lo que sí me trae grandes memorias son las ganas y la pasión que uno pone en esas primeras etapas. Incluso tus amigos empiezan a dejar de llamarte por las horas que pasas encerrado en el estudio. No me importaba. Era demasiado feliz ahí dentro. ¡Sobre todo cuando las cosas salían bien!

 

En tu última charla con Beatburguer, afirmaste que disfrutas mucho más pinchando que actuando live.

Es cierto, pero no es sólo una cuestión de lo que me gusta hacer a mí. Cuando hay algún artista que me gusta y que quiero ver, salvo en muy raras excepciones, siempre prefiero verlo en formato DJ set. Sé que, normalmente, es al revés y que suelen estar más valorados los live, pero yo, sin duda, disfruto más viendo a los artistas pinchando. Tal vez no lo parezca, pero un artista puede demostrar mucho en un DJ set. Su técnica, sus gustos musicales, su visión artística para desarrollar la sesión, su destreza a la hora de mezclar ciertos discos… Hay un largo etcétera, que, en mi opinión, un live no te permite enseñar. No le quito mérito al live, en absoluto. Simplemente, por la razón que sea, no me provoca tanto interés. ¡Y eso que he hecho ya varios en mi vida! Quizás sea también por eso…

 

Antes hablabas de tu obsesión inicial por el sonido industrial. ¿Por qué Birmingham?

Cuando empecé a hacer música más en serio, Birmingham estaba de moda, sobre todo en España y más aún en el norte. Es lógico que tirara por ese camino. Antes de aquello, me llamaba mucho la atención el sonido techno más crudo y minimalista de sellos como E-com, Expire, Missile o Absence, sin olvidar, por supuesto, otros como Surface, Blueprint, o Tresor, activos aún hoy en día. Todo ese sonido de Downwards, al final, derivó en el Birmingham y, sin duda, transmitía todo lo que me interesaba del techno. Puede que fuera un buen punto de inicio para sacar mis primeras conclusiones.

 

Imagina que tienes delante a un niño de 15 años o, por poner otro ejemplo, un/a señor/a mayor que no ha escuchado electrónica jamás. ¿Serías capaz de describir en pocas palabras la música que tú haces?

En pocas palabras no creo, pero le intentaría hacer entender que el techno, al menos como yo lo concibo, no difiere tanto de la música que tocaban las tribus de indígenas durante horas: ritmos repetitivos con el fin de inducir a los oyentes en un estado de hipnosis. El techno comparte el mismo principio. Le pondría este ejemplo, simplemente para que pudiera entender que no es una música que tenga una estructura concreta, como sucede con otros estilos. Opino que, para apreciarlo mejor, hay que verlo desde esa perspectiva.

 

Siguiendo con el juego: ¿podrías explicar del mismo modo qué diferencias existen entre Reeko y Architectural?

Architectural es el día y Reeko es la noche. Son el cielo y el infierno, el bueno y el malo. Es una manera muy resumida de explicarlo. Pero, en cierto modo, es así.

 

¿Por qué esos dos nombres?

Reeko es un nombre propio americano también usado en Japón. Lo de Architectural se me ocurrió cuando empecé a grabar los primeros trabajos. Vi que esa música tenía una estructura muy diferente a la que hacía como Reeko, sobre todo por aquel entonces. Eran secuencias mucho más elaboradas y, en aquel momento, no estaba acostumbrado a eso. Me pareció música incluso arquitectónica. Y de ahí nació el nombre.

Volviendo a la entrevista de 2016 con nosotros, comentaste que tenías en mente publicar un disco que hubiese sido producido íntegramente de noche.

¡Me acuerdo! La verdad es que, hasta ahora, no ha sido posible. Desde que mi estudio no está en mi casa, me cuesta trabajar por la noche. Pero claro que lo tengo en mente. Me invade la curiosidad por escuchar el resultado.

 

Cuando pinchas en clubs, ¿eres más de vinilos o de tracks grabados en formatos digitales?

Últimamente, estoy volviendo a usar los vinilos en algunos sets como Architectural. Lo echaba algo de menos y, además, tengo cierta música que no la encuentro en digital, así que aprovecho y me llevo los vinilos. Pero, normalmente, utilizo formatos digitales como el CDJ.

 

¿Qué hay del mixer?

La Xone 96 es el más recomendable. Está bastante mejorado respecto a la 92.

 

Supongo que recordarás perfectamente aquello que dijiste de los “llenasalas que están más pendientes de abrasar en las redes que de aportar a la escena”.

Sigo pensándolo. Sigue habiendo muchos artistas de ese estilo que siguen llenando salas. Nunca diría que todos son así, en absoluto. Hay gente muy trabajadora, que está donde se merece. Pero es innegable que muchos otros, a golpe de talonario, quieren conseguir la fama. Que haya gente que no lo vea no significa que no sea así. Ya que sacas el tema, debo ponerme un poco serio y decir que ciertos medios de comunicación, hoy en día, están ensuciando también la escena dando importancia a estupideces de la vida personal de los artistas y creando polémica con titulares que aportan más bien poco. Es sensacionalismo y no hace ningún bien a la música, que es, al fin y al cabo, por lo que muchos estamos aquí. Sería bueno tener esto siempre presente y olvidarnos de la prensa rosa.

 

Eres un tipo que siempre ha trabajado en sus propias escuderías, publicando en los sellos de aquí y, quizá no evitando, pero sí no perdiendo la cabeza por encontrar los grandes focos de la escena internacional. Pese a ello, te has convertido en un grande del sonido techno. ¿Cuál ha sido el secreto? ¿Qué consejo le darías a alguien que esté ahora como estabas tú hace un par de décadas?

La verdad es que editar en sellos elitistas ayuda mucho a conseguir más fechas rápidamente y, dependiendo de tu calidad, obtienes el respeto de la escena mucho antes, pero también es cierto que hacerlo por tu cuenta tiene un mérito añadido. Digamos que la gente que te sigue es más fiel y entiende mejor tu música. Mi consejo podría variar dependiendo de los objetivos de esa persona. Si quiere que su trabajo esté siempre envuelto en un concepto, entonces sin duda le recomendaría que abriera su propio sello. Así, prácticamente siempre editaría su propio trabajo, al menos hasta darle una forma a ese concepto sin que nadie le ponga barreras. Si sus expectativas son de fama o reconocimiento rápido, sin duda le diría que insistiese enviando a grandes sellos. Si el material es bueno de verdad, no les importará ni su edad, ni de dónde sea, ni si es conocido o no.

No sé si estarás de acuerdo en que sonidos noventeros como el electro más rave, el EBM, el IDM y los breaks están, al menos aparentemente, resurgiendo o, mejor dicho, expandiéndose hacia terrenos en los que antes era impensable escucharlos. ¿Es algo de lo que alegrarse? ¿Te gustan particularmente?

Es una buena pregunta. Por un lado, no me alegra, porque eso quiere decir que la música electrónica está algo estancada y necesita volver a empezar para sacar cosas nuevas. Eso me preocupa. Pero sí, me gusta que vuelva todo eso, porque es la época en la que yo empecé a comprar discos y a mezclarlos en mi casa. Tenía unos 12 o 13 años, así que, por ese lado, me agrada que vuelvan los sonidos de los 90. Es mi generación y creo que puedo aportar mi grano de arena.

 

¿A quién va a ver (o iba a ver en el pasado) Juan Rico cuando salía de fiesta? ¿Primaba el club o el cartel?

Cuando viví en Madrid (2001 a 2003), había mucha cultura de club. Yo iba a muchas salas de moda sólo porque el club me gustaba realmente. El ambiente, el sonido, la música… no importaba mucho el cartel. Más tarde, sí que iba a otros clubs sólo por ver a ciertos artistas. Hoy en día, si el club no me gusta, es posible que no vaya aunque el cartel sí me guste. En aquella época, tenía muchas ganas y curiosidad de ver un set de Laurent Garnier, ya que, en 1998, un clubber estúpido le lanzó una botella en La Real de Oviedo y no volvió más. En Asturias, fue imposible verlo hasta hace relativamente poco. Fue uno de los artistas que me perdí en lo que a mi parecer fue su época dorada.

 

¿Pinchar en un club o pinchar en un festival? ¿Se plantean sesiones diferentes según el caso?

¡Por supuesto! Creo que por eso la gran mayoría de artistas prefieren un club. La sesión que planteas es mucho más abierta que la que planteas en un festival, donde, generalmente, tienes menos tiempo de sesión y te ves obligado a ir al grano. Ese es el principal motivo.

 

¿En qué está trabajando Reeko ahora mismo? ¿Y Architectural?

Estoy trabajando en bastantes cosas con ambos perfiles. Estoy en un momento de cambios y eso ayuda a que fluyan mejor las ideas. ¡Estoy contento! Pero es difícil adelantar nada; está todo en pleno proceso.

 

¿Es posible escuchar música de Architectural en un set de Reeko y viceversa?

Muy rara vez mezclo los proyectos, aunque tampoco tendría problema en pinchar algún track de mi otro proyecto si el momento realmente lo requiere.

 

Hablemos de Selección Natural. Oscar Mulero, Exium, Reeko… Sólo de escucharlo asusta…

La idea de Selección Natural surgió incluso antes de empezar todos en el sello PoleGroup, aunque en aquel momento no hacíamos la música entre todos. Simplemente, producíamos tracks y nos remezclábamos entre nosotros para editar luego en los sellos de cada uno. También llamábamos así a las noches en las que actuábamos. Eran tiempos difíciles para nuestro estilo de techno. La moda minimal había arrasado con casi todo, así que el nombre le vino muy bien. Años más tarde, decidimos retomar el proyecto, pero, esta vez, creando la música entre todos. A mí, me parece muchísimo más interesante, ya que le da un carácter especial a la música.

 

¿Cuáles son las metas a corto o medio plazo?

Nunca hemos hablado de metas. Sólo nos divertimos mucho (¡creo que cada vez más!). Eso ya es una meta. Otra podría ser que el resultado nos aporte artísticamente a cada uno. La repercusión mediática o los shows deben ser algo secundario y creo que vamos por buen camino.

 

Por ahora, protagonizáis DJ sets a ocho manos. ¿No son demasiadas para un DJ set?

No somos cuatro personas tocando a la vez. Siempre hay dos a la mezcla. Creo que lo interesante de esto está en que nunca tenemos nada preparado. Selección Natural es pura improvisación. Es divertido ir aportando cada uno con un track, dándole el impacto que tú crees conveniente en ese momento. Es como ir construyendo una casa entre todos. Ahí está la diferencia entre un DJ set normal y el nuestro. Realmente, no sabes cómo va a terminar. Es muy divertido y de verdad siento que creamos una atmosfera interesante entre los cuatro.

 

¿Te gusta más pinchar solo o acompañado?

Hombre, cuando estás solo, creas tu propia historia. A todos nos gusta seguir nuestro camino sin pensar en nadie más. Es lógico. Pero, estos últimos años, he hecho muchos b2b con gente afín y la verdad es que me divierto mucho por lo que contaba antes, es como construir algo entre varios y en muchos casos el resultado es muy diferente a hacerlo solo. Tiene su encanto.

 

¿Tu artista más respetado?

Si hablamos de techno, puede parecer un tópico, pero me quedaría con el inmortal Jeff Mills por lo que todos ya sabemos: por ser el artista más influyente de la historia, por su trabajo incansable y porque, siendo realistas, sin él, el techno no hubiese sido lo mismo. Si hablamos de música en general, me resulta imposible quedarme con un nombre.

¿Y uno que sea bien conocido y que no te inspire ningún respeto? ¡Vamos, mójate!

Quizá “ningún respeto” sería demasiado decir, pues hay muchos factores que pueden influir en que yo no tenga respeto por alguien (por ejemplo, no conocer toda su trayectoria) y creo que no es sano decirlo (y menos públicamente). Tendemos a criticar lo que no conocemos con profundidad. Lo que sí te puedo decir es que no respeto a ningún artista que llegue a lo alto usando algún tipo de ghost producer, Para mí, eso es cero respeto.

 

Por último, ¿planes de futuro para Reeko y Architectural? ¿En qué te encuentras trabajando ahora mismo?

Lo que queda de 2019 es bastante interesante. Tenemos listos nuevos trabajos como Selección Natural, un nuevo EP como Reeko para Avian y una colaboración con Psyk para Mental Disorder. Del resto, siempre es mejor no adelantar nada, ya que, a veces, los proyectos se transforman o acaban evolucionando hacia otra cosa.