Robin Foster es un músico e intérprete con sede en Bristol. A través de la práctica de “regirar/rebuscar” utiliza objetos encontrados para explorar ideas relacionadas con la visceralidad en la interpretación y la relación de los humanos con las cosas que nos rodean.
“Junkpolitik” es una obra de un solo track de algo más de una hora de duración. Es música experimental (no todo en la vida es zapatilla), dónde se medita sobre las ideas detrás de ese “regirar/rebuscar”, ese hurgar es una exploración de los sonidos de los objetos encontrados. El acto de rebuscar pide que consideremos los potenciales sónicos inherentes a todo lo que nos rodea y, al hacerlo, sugiere que podríamos repensar nuestra relación con el mundo material. Abandona nociones de técnica o virtuosismo, y fomenta la idea de escuchar con las manos, para que podamos crear una conexión directa entre el cuerpo y el sonido.
Hay discos de música experimental que parecen psicofonías de Germán de Argumosa, otros grabaciones de campo en el recreo del Cottolengo del Padre Alegre, ahuyentando así a un público más generalista. Este disco de Robin Foster es una buena pieza para aquellos que sientan curiosidad por el arte sonoro contemporáneo y una muy buena pieza para aquellos que nos gustan este tipo de digresiones sonoras con una fuerte carga intelectual elaborada y no impostada.