Slow Horses: Espías galopando sobre el barro

La Ciénaga (The Slough House) es el nombre con el que se conoce la sección del MI5 a la que son enviados a modo de castigo aquellos agentes del servicio secreto británico que cometen un error. Un lugar horrible apartado de la acción en el que agonizan durante años las fallidas carreras de estos torpes e ineptos agentes (esos Slow Horses a los que se refiere el título).

Una oficina mugrienta y cutre que funciona como purgatorio de mierda y barro comandada por el escatológico y desagradable Jackson Lamb (Gary Oldman). El recóndito lugar en el que desembocan los residuos fecales de las cloacas del Estado y al que ningún agente quiere ser transferido.

Tras una gran cagada durante un ejercicio de entrenamiento, el agente River Cartwright (Jack Lowden) es destinado a ese gris agujero infecto en el que su máximo entretenimiento será rebuscar en la basura de algún objetivo sospechoso y soportar los sucios modales del asqueroso Jackson Lamb.

En la Ciénaga conocerá a sus nuevos compañeros de trabajo, un equipo de infelices y marginados burócratas galardonados por su ineptitud e ineficiencia a realizar los más bajos recados al servicio de su Majestad, mientras un joven de origen pakistaní es secuestrado por un grupo supremacista blanco que amenaza con ejecutarlo públicamente en 24 horas.

Así, al son de “Strange Game”, el sugerente y estupendo tema musical compuesto especialmente para la ocasión por Daniel Pemberton e interpretado por Mick Jagger, arranca “Slow Horses”. 

Un hombre bien curtido en la ficción televisiva británica, James Hawes (ha trabajado en episodios del “Doctor Who” , “Black Mirrow” o “Penny Dreadful” entre muchas otras) es el encargado de adaptar en formato de serie para Apple TV+ la primera de las novelas de Mick Herron de su saga dedicada al personaje de Jackson Lamb.

Slow Horses” es un excelente producto, un Thriller de espionaje que entra en los parámetros clásicos del género pero aportando una pátina de humor y mala baba muy del gusto británico.

Sin duda, estamos ante una joya para los fanáticos de todas aquellas novelas de John le Carré, Graham Greene o Frederick Forsyth que transcurrían durante la guerra fría, es de ellas de las que se nutre esta “Slow Horses”, aunque en esta ocasión, la acción se traslada a la era del Brexit y  la trama se adereza con un particular humor negro que se aleja de los standards de un género en ocasiones pecaba de estar demasiado encorsetado.

Con un gran equipo de guionistas ( Will Smith, al que no hay que confundir con el del tortazo de la gala de los Oscars, Morwenna Banks, Mark Denton, y Jonny Stockwood ) provenientes de las sobresalientes series “The Thick of it” o “Veep”, este emocionante thriller desmitifica esa estúpida y tan cinematográfica imagen glamurosa del espía heredada de James Bond e incluso supera en roña y casposidad para la vista de la ya de por si sucia versión de “El topo”, que con maestría dirigió Tomas Alfredson en 2011 y que también estaba protagonizada por Gary Oldman. 

Tengo la impresión, por la poca repercusión que percibo y los escasos comentarios que encuentro en redes sociales sobre la serie, que es uno de esos títulos que ante la avalancha abusiva de novedades con las que nos bombardean semanalmente desde las plataformas de streaming ha quedado un tanto sepultado, oculto para un público saturado de series mediocres que sin duda, encontrarían en ella, un más que aceptable entretenimiento.

Da la sensación de que seguramente no son muchos (por el momento) sus seguidores. Algo que resulta realmente incomprensible porque “Slow Horses” se eleva muy por encima de la media de la actual oferta televisiva. Cada episodio de la primera temporada resulta emocionante y se sigue con interés la inteligente trama conspirativa que la serie nos presenta a lo largo de sus 12 episodios.

“Slow Horses” es elegante y soez al mismo tiempo, más amena y divertida  que la mayoría, tan clásica como renovadora, está repleta de giros inesperados y destaca visualmente gracias a un esmerado trabajo de arte cuyo resultado es realmente sórdido, oscuro y mugriento.

Su reparto está repleto de figuras bien consolidadas como Kristin Scott Thomas o Jonathan Pryce que se suman a ese Gary Oldman en estado de gracia que ha encontrado en Jackson Lamb un papel en el que rogocijarse con ganas y seguir demostrando que no se había marchado, que continúa siendo uno de los más grandes y que aún tenemos Gary Oldman para rato.

Afortunadamente sabemos que “Slow Horses” tendrá continuación con una  segunda temporada que ya ha sido confirmada oficialmente.

“Slow Horses” se emite semanalmente en Apple TV+