Uno de los grandes representantes del Detroit techno actúa este viernes en Music On x Amnesia Ibiza. Aprovechamos su ilustre visita para entrevistarle.

 

Detroit es una de las más importantes cunas del género techno. Allí, tres buenos hombres como Juan Atkins, Kevin Saunderson y Derrick May dieron luz a un estilo musical hipnotizante, mezclado mayoritariamente a vinilos y con una gran capacidad enajenadora. Muchos fueron los que sintieron la llamada del género y se dejaron llevar por su magia, animándose a comprar vinilos y mezclarlos en cualquier lugar, por remoto que fuera y escondido que estuviera.

Al cabo de pocos años, una segunda ola de artistas emergió en la ciudad, ayudando al cometido de los pioneros: extender el techno alrededor del mundo. Uno de los máximos representantes de esa segunda ola es Stacey Pullen, actualmente residente en EE.UU., pero asiduo en múltiples festivales y clubes europeos. Tanto, que desde hace ya unos años adquirió el rol de DJ residente en Music On, la fiesta más famosa de Ibiza, curada por el italiano Marco Carola.

Hemos aprovechado su visita a la isla (actúa este viernes en la fiesta alojada por Amnesia) para charlar con él sobre sus proyectos y sobre todo lo que está sucediendo alrededor de la escena electrónica ibicenca.

Al principio, eran tres. Los tres. Juan Atkins, Kevin Saunderson y Derrick May. Stacey Pullen es uno de los mayores nombres de la segunda ola de artistas techno de Detroit. ¿Supone eso una gran responsabilidad o es algo bueno y bonito para ti?

Siempre digo que la historia es una parte importantísima que nunca hay que dejar de lado. Yo me limito a seguir haciendo lo que en su día me inspiró; ojalá sirva para inspirar a otros en el futuro. Esos tres tipos marcaron mi adolescencia y, simplemente, quise hacer música utilizando esa inspiración. Ahora, soy uno de los embajadores de Detroit y eso es algo impresionante.

 

¿Qué relación tienes con ellos?

Con Juan, Kevin y Derrick tengo una gran relación de amistad. Tenemos un grupo para chatear y hablamos cada día de múltiples asuntos. Hablamos de política, de raves, de la fiesta a la que fuimos la noche anterior, de cuánto ha cambiado la música en los últimos años, de cuánto camino hemos recorrido y de cómo, sin darnos cuenta, hemos llegado tan lejos…

 

¿Compartís música?

No, lo cierto es que nunca nos enseñamos temas unos a otros.

 

Hablando de temas y de música… Actualmente, vivimos en una época en la que los géneros son confusos y se mezclan continuamente. Nadie sabe con exactitud cómo diferenciar el techno del house, del tech-house, de los estilos melódicos, del electro… ¿Cómo definirías tu propia música?

– Para mí, todo va sobre un buen tema. No me preocupan en absoluto los géneros. Nosotros, los DJs, tocamos en eventos muy diferentes unos de otros. Nuestra vocación es educacional. Educamos a la gente. En este sentido, yo siempre he admirado a Danny Tenaglia. Lo que hace es muy respetable. A él no le importan los estilos; simplemente pincha su música sin preocuparse de nada más.

 

Este viernes, te juntas con Marco Carola en su ya histórica residencia MusicOn, en Amnesia Ibiza. No es tu primera aparición allí (de hecho, eres residente). ¿Disfrutas más pinchando en MusicOn que en cualquier otra fiesta?

No estoy del todo seguro, pero es posible que sí. En MusicOn me siento con la libertad necesaria para dar al público una pequeña muestra de lo que es Stacey Pullen. Tras más de 30 años en la escena, he adquirido un conocimiento que me permite tomar perspectiva respecto al mundo de la noche y me atrevo a decir que Amnesia, con 10.000 personas dándolo todo, es algo único. La energía que se vive allí es una locura. Cuando no pincho para MusicOn, soy más ecléctico. En MusicOn, simplemente me entrego a la gente; soy yo mismo.

¿Cómo definirías al público de Music On? ¿Se parece al de otros eventos?

El público de MusicOn sabe que aplicamos una política de “music first”. Los artistas no hablamos, no hay micrófonos, no hay shows, no hay performances. Todo gira entorno a la música. Es lo que la gente quiere, busca y encuentra en MusicOn. Ya sabéis: “It’s all about the music.”

 

¿Cómo definirías a Marco Carola?

– Yo fui uno de los primeros DJs contactados por Marco para tocar en MusicOn, así que son ya muchos años de buena relación. Cuando nos miramos mutuamente, siempre coincidimos: “Este tema, aquí y ahora.” Eso no tiene precio. Es sincronicidad pura. Y eso me hace feliz.

 

¿Qué es más grande: Marco Carola o Music On?

Uhm… Te diría que son lo mismo. MusicOn es la marca personal de Marco y él se encarga personalmente de la curaduría de todos y cada uno de los eventos. Marco tiene un gran equipo de profesionales a su alrededor que hacen que MusicOn sea posible, pero la visión de MusicOn es su propia visión, una visión que no está al alcance de nadie más.

 

Hablemos de Ibiza. Año tras año, cada vez son más los artistas underground que coinciden en que Ibiza está andando en la dirección equivocada. Precios extremadamente caros tanto en puerta como en barra, algunos clubs vacíos antes del cierre y mucha gente en la pista que no tiene idea de quién está en la cabina. ¿Estás de acuerdo con estas afirmaciones?

Sí, estoy de acuerdo. Ibiza se ha desplazado hacia terrenos que no nos interesan. Han sobredimensionado los precios. Yo viajo a la isla desde 1996 y puedo asegurar que todo ha ido a peor. Ahora hay demasiados turistas. La gente de Ibiza vio que cada vez eran más los visitantes jóvenes que llegaban exaltados a la isla con ganas de gastar dinero y lo aprovecharon para incrementar los precios. Paralelamente, la isla se ha ido poniendo de moda, cada vez son más los turistas que la visitan y, a mayor demanda, mayores precios. Es un círculo vicioso.

Tú eres un artista de Detroit, por lo que sabrás perfectamente lo que es la verdadera escena underground, tanto allí, en América, como aquí, en Europa. ¿Consideras a la escena de Ibiza una escena underground o mainstream (incluso pudiéndose escuchar música techno o house en ella)?

La escena de Ibiza es 100% mainstream. Desde que aterrizas, sólo ves paneles publicitarios. La escena está presente en las carreteras, en la radio, en las revistas de los hoteles. Es, sin lugar a dudas, una escena mainstream, aunque con una mentalidad underground. Pero eso no es malo, ya que te permite educar a la gente. En los años 90, todo funcionaba a base de promotores que anunciaban a los DJs que visitaban el club. Ahora, son los propios DJs los que regentan y promocionan su propia noche. Buscamos aprovechar la circunstancia para llegar a mucha más gente.

 

¿Es bueno para la música underground que sea escuchada y bailada en fiestas tan extremadamente caras? ¿No perjudica eso a su reputación en la escena internacional?

Hay que pensar que es una moda y eso condiciona todo lo demás. En realidad, es bueno tocar música underground ante 10.000 personas. Una vez te hayan conocido, muchas de ellas querrán verte de nuevo en un ambiente más underground. Nunca complaceremos a todo el mundo, pero creo que es un gran escaparate.

 

Volvamos a tu música, pero hablemos ahora del presente y el futuro a corto plazo. Cuéntanos acerca de tus proyectos. ¿En qué andas metido?

Estoy muy centrado en mi propio sello Blackflag Recordings. Estoy publicando bastante música en él. Gracias a Blackflag, he podido dar una voz diferente a la escena de Detroit. Muestro a la gente mi historia personal, utilizando proyectos en solitario, paridos desde cero por mí. A finales de año, lanzaré varios EPs y, a principios de 2019, empezaré a trabajar en un LP, un nuevo álbum que me tiene muy ilusionado. Paralelamente, he estado trabajando en varios remixes. He editado tracks de Calleb Calloway o Neverdogs, por ejemplo.

 

Ha pasado mucho tiempo desde que empezaste a pinchar en los mejores clubs de todo el mundo. ¿Es lo que esperabas cuando empezaste en 1985?

Al principio, no era más que un hobby de dormitorios. Diría que fue en 1989 o 1990, durante mi estancia en la universidad, cuando empecé a soñar con que esto podría llegar a ser posible. Me di cuenta de que me quería dedicar profesionalmente al DJing, de que era esto lo que quería hacer con mi vida.

 

¿Qué esperas del futuro? ¿Tienes objetivos más ambiciosos o crees que ya has llegado a la cima?

Lo bueno de mi carrera es que no soy una superestrella, no soy un Superstar DJ. Habré tenido momentos en los que he estado más arriba y otros en los que he estado más abajo, pero siempre he permanecido con los pies en el suelo. ¿Qué espero del futuro? Sólo quiero seguir viajando y haciendo lo que hago: producir y tocar música.

Esta semana actúas en Ibiza, una isla que está cerca de Barcelona y Madrid, pero también de Roma, Ámsterdam, Berlín, París, incluso de Londres… Has actuado en todas estas ciudades y en muchas otras alrededor de Europa. ¿Con cuál te quedas? ¿Cuál ha sido tu mejor bolo en Europa?

Es una gran pregunta. Me cuesta mucho decidir, pero creo que me quedo con Londres, aunque sin ningún club como preferencia. Londres es la ciudad en la que recuerdo a la gente disfrutando más que nadie con el techno de Detroit. En Londres, la gente y la música eran uno, formaban un todo. A la gente no le importaba un carajo quién había en cabina, en la pista o en el backstage. Sólo les importaba la calidad de la música.

 

¿Una segunda opción?

Creo que, tras Londres, me quedaría con Ibiza, pero es una elección trampa, porque la escena de Ibiza no es una escena española, sino internacional, con gente de alrededor del mundo reunida noche tras noche en los clubs.

 

Terminamos la entrevista. Imaginemos por un segundo que, mañana, actuaras por última vez en tu carrera. Te dejamos escoger el lugar.

(Risas) ¡¡¡Detroit!!! Allí tengo a mi familia, a mis amigos, mis raíces, mi gente. Y allí disfruto como en ningún otro lugar.

 

¿Podríamos escoger nosotros el club?

Bueno, tal vez, pero dejadme advertiros de que “the place to be” en Detroit es el TV Lounge. Es el mejor club de la ciudad. Para que os hagáis una idea, se parece bastante a DC10. En verano, hay una zona descubierta y una cubierta y son capaces de estar abiertos durante 24 horas seguidas. Hace ya años que soy residente del TV Lounge. Es mi hogar. Sería una gran despedida.