Succession: Obra maestra

Todo en “Succession” está bien, es una droga de la que difícilmente podrás desengancharte, un producto de lujo manufacturado para activar tu imaginación y la parte del cerebro en la que se generan las sustancias que producen el placer más exclusivo.

Normalmente mis críticas en Beatburguer son sobre series o películas finalizadas, me gusta tener toda la información antes de emitir una opinión. Pero en este caso la ansiedad y la emoción me han llevado a sentarme frente al ordenador a golpear sus teclas tras visionar los dos primeros episodios de la cuarta temporada de “Succession”. He de confesar que me cuesta ser objetivo con esta serie, desde su comienzo he caído enamorado ante la narrativa, la puesta en escena, la producción, la dirección técnica y la maravillosa interpretación actoral de este producto de HBO. Cada una de las temporadas me ha sorprendido, me ha emocionado, me ha divertido, me ha educado, me ha intrigado y sobre todo me ha acercado a un mundo desconocido manejado por seres humanos atormentados, crueles, despiadados, y con una debilidad emocional tan elevada como su billonaria cuenta corriente. “Succession” es el plato estrella de un restaurante de diseño tres estrellas Michelín que pese a su ostentación, mantiene ese sabor primitivo capaz de satisfacer todo tipo de paladares.

De qué va “Succession”

Si te gustan las series de calidad seguramente habrás oído hablar de “Succession”, pero quizás por falta de tiempo o por despiste no has podido verla. “Succession” básicamente es un relato moderno estilo Shakespeare, que narra la historia de una de las familias más poderosas del planeta en un momento concreto de sus vidas. La serie nos invita a acompañar a esta disfuncional familia de billonarios por un viaje de luchas de poder, de frustraciones y de traiciones mezclando el humor inteligente y el drama más puro. Una mezcla difícil de conseguir pero en este caso lo bordan, el humor sirve como descompresión de la tensión que se respira en el ambiente y como elemento irónico que caricaturiza la vida opulenta y excesiva de la clase más alta de la sociedad. Pero no os equivoquéis, no es una comedia, es algo más profundo que te atrapa por varias razones. Una de ella es comprobar que los privilegiados son exactamente igual que nosotros, simples mortales que caminan por esta vida arrastrando sus taras aunque tengan que hacerlo en coches de alta gama, en espectaculares yates, en helicópteros corporativos o en jets privados de última generación. Aunque seguramente alguno de vosotros se cambiaría sin dudarlo por cualquiera de los personajes con tal de disfrutar de sus privilegios, vuestra existencia seguiría estando golpeada por los problemas cotidianos que residen en la insatisfacción vital que caracteriza al ser humano.

Interpretaciones excelentes

Cada uno de los actores y de las actrices lo bordan en esta serie. Por eso no es de extrañar que copen las categorías de actuación en los diversos premios que se otorgan cada año. Los personajes de “Succession” son un caramelo para cualquier intérprete, sus matices, sus variantes, sus personalidades, son tan jugosas que cualquier actor o actriz mataría por hacerse con ellos. Si a esto le sumamos un guión sin mácula, unas frases apabullantes y llenas de mordacidad, la interpretación se convierte en algo más que disfrutable. Todos y todas están soberbios, el patriarca excepcional, sus hijos excepcionales, los personajes colaterales excelentes..y qué decir del primo Greg…fuera de categoría.         

Tres temporadas inolvidables y una cuarta que va camino de ello

Sé que estoy muy repetitivo con este tema y con este término, pero es difícil encontrar otro para definir las tres primeras temporadas de “Succession”. Son obras maestras sin discusión. Es complicado seleccionar una por encima de otra, las tres son igual de interesantes, de intensas y con momentos que quedarán grabados en la historia de la ficción televisiva. Con este currículum podría parecer que esta cuarta tiene difícil igualar a sus predecesoras, pero con el visionado de los dos primeros capítulos enseguida te das cuenta que no va a ser así y que nos esperan otras ocho piezas por delante que satisfarán nuestros deseos. Lo única mala noticia de esta cuarta entrega es que ya está confirmada que será la última. Los creadores no quieren estirar el chicle y prefieren darle un digno final a un producto prácticamente perfecto. Una pena para los amantes de “Succession” como yo, que gracias a esta serie nos sentíamos reconfortados observando cómo las hienas cubiertas de diamantes se despedazan sin misericordia.

Conclusión

Tienes que ver esta serie, si realmente te gusta este formato debes embriagarte con un relato perfectamente diseñado y magistralmente interpretado. Todo en “Succession” está bien, es una droga de la que difícilmente podrás desengancharte, un producto de lujo manufacturado para activar tu imaginación y la parte del cerebro en la que se generan las sustancias que producen el placer más exclusivo. Una serie repleta de moralejas, con la que aprendes la esencia mezquina del ser humano y sus motivaciones, que te enseña a que cuanto más arriba asciendas, los cuchillos están más afilados y prestos a clavarse en tu espalda.