¿Te vestirías como tu pareja? Sobre la moda “matching couple”

De cómo los coreanos buscaron una alternativa estética para mostrar afecto y fidelidad en público y una pareja de franceses, siguiendo su estela, acabó en las fiestas privadas de Fendi. El caso de Young Emperors.

 

Keo-peul-look es coreano, pero no es cerdo frito con fideos, es el término utilizado originariamente para referirse a lo que ahora conocemos (y vemos precedido por una almohadilla en IG) como matching couple. Esta tendencia nacida en los 90, y que se basa en vestirse idénticamente a tu pareja, nació en Corea del Sur, Japón y China y tiene su razón de ser en lo mal visto que está por aquellos lares el demostrar sentimientos y afecto en público. Fue una manera de gritarle al mundo “¡Esta/e es mi churri!” sin dar que hablar en el barrio o en la cola del supermercado. Basta con comprarse el mismo chándal y salir a la calle, aunque sin darse la mano.  Tan arraigada está la broma de conjuntarse por allá que existen tiendas especializadas en vender productos idénticos para hombre y para mujer.

Y de aquellos barros estos lodos. La tendencia oriental, nacida más bien como una reivindicación cultural, tardó en saltar al “mercado” occidental pero ya ha sido revisitada y adaptada en cierta manera por nuestra cultura, bastante menos celosa de su intimidad en público. Y aquí es donde entran en juego Isabelle Chaput y Nelson Tiberghien, fotógrafos de moda, franceses y pareja sentimental y artística. Crearon su cuenta de Instagram, Young Emperors, exclusivamente para enseñarle al mundo sus estilismos en conjunto.  No visten de manera idéntica, lo suyo pasa más bien por crear estilismos que funcionen en conjunto por cromatismo, estilo, complementos, etc. Su perfil en la red social ya casi alcanza los 59.000 followers, han aparecido en numerosas y reputadas publicaciones de moda y estilo (Elle France, Glamour Germany, Vogue…) y son habituales en los front rows más importantes y en las fiestas más VIP del sector. Sí, son influencers. Y no, no son los típicos influencers.

Si echamos un vistazo a su Instagram vemos claras referencias a la cultura pop, no es difícil verles reinterpretando looks icónicos de películas clásicas y no tan clásicas, haciendo guiños al fenómeno coreano K-Pop (con sus coreografías perfectamente sincronizadas), y, en definitiva, creando un universo propio que no se limita a “la moda por la moda”. Visten de Prada, Hermés, Vuitton, Lanvin, Moschino…pero también de marcas pequeñas y alternativas. Mezclan lujo con low cost, bolsos de Loewe con camisetas-souvenir, zapatos de Prada con prendas básicas de Muji. Abogan por “el conjunto” más que por el elemento. En definitiva, son franceses y, por lo tanto, saben despeinarse minuciosamente y hacer que parezca algo no premeditado, y no hablamos exclusivamente de temas capilares.

Abogan por el rechazo a lo normativo, estilísticamente hablando: para ellos no hay prendas “masculinas” y “femeninas”, es habitual ver a Nelson con americanas típicamente femeninas o a Isabelle luciendo camisas de señor. No nos viene de nuevas esta corriente, afortunadamente, pero siempre se agradece que figuras con influencia hagan lo que les dé la gana y lo hagan bien y bonito.  En las prendas que lucen no hay género, hay una intención, una búsqueda de concordancia y de elegancia,  y mucha ironía.

Pero Young Emperors no empieza y termina con sus fotos de estilismos en Instagram, se sirven de una suerte de “perfomances” en forma de vídeos cortos (su cuenta en Tik Tok es de obligado seguimiento) en los que ponen en movimiento sus estilismos: bailan con la melodía de “Une Femme est une femme” embutidos en trajes rosa chicle, enseñan a contar del 1 al 10 en chino, permanecen parados durante varios minutos en medio de una calle transitada o intentan terminarse un cuenco de ramen en 1 minuto. Siempre vistiendo impecablemente bien y, por supuesto, armoniosamente conjuntados.

Llevan unos años siendo la pareja de moda de la moda y, una cosa os digo, a esta cenita de picoteo para revisionar los vídeos de la luna de miel sí me apunto.