El escritor y guionista Graham Moore que fue galardonado con un Oscar al mejor guión adaptado en 2014 por “The Imitation Game (Descifrando Enigma)”, versión para el Cine de la biografía del matemático Alan Turing, da el salto a la dirección con un claustrofóbico drama criminal ambientado en el Chicago de los años 50 y protagonizado por el también oscarizado Mark Ryalnce (logró su estatuilla como Mejor Actor de Reparto en 2015 por “El puente de los espías” de Steven Spielberg).
En “El sastre de la mafia” (“The Outfit” en su título original), este curtido actor británico, en un papel hecho a su medida, dará vida a Leonard, un refinado, misterioso y discreto sastre que confecciona elegantes trajes para una familia de gángsters que utilizan su apartada sastrería como tapadera en la que intercambiar mensajes internos de su organización criminal.
Allí junto a Leonard, trabajando de ayudante en su taller de costura, lo acompaña Mable (Zoey Deutch), una joven con la que el apocado modisto mantiene cierto vínculo paternofilial. Las sospechas de que un topo colabora con una banda rival pondrá en alerta a Richie (Dylan O´Brien), incompetente heredero del Capo de la mafia (Simon Russell Beale) y a Francis (Johnny Flynn), sicario y guardaespaldas, que emprenderán una accidentada búsqueda para atrapar al esquivo traidor.
Con una limitada pero efectiva puesta en escena de carácter absolutamente teatral, toda la acción transcurre dentro de un único espacio, esa sastrería, por la que los mafiosos irán entrando y saliendo según se vaya complicando la trama.
Moore nos ofrece una intriga efectista repleta de giros de guión que se sustenta, principalmente, por las impecables interpretaciones de un reparto en el que Mark Ryalnce brilla con serenidad y elegancia, y al fin, tras una larga carrera repleta de soberbios papeles secundarios, se alza como indiscutible protagonista, en el epicentro de toda la narrativa que sustenta el film.
A pesar de que llegados a cierto punto, la película pueda caer en cierta obviedad y sus giros de guión no resulten tan sorpresivos como deberían, no cabe duda de que merece la pena adentrarse en “El sastre de la mafia” para disfrutar con expectación de la intriga que contiene su trama y de esa sugerente y artificiosa cacería al imperceptible delator que puede estar más cerca de lo que parece.
Siendo conscientes de que esto no es “Muerte entre las flores”, ni “La Jungla de Asfalto”, sabiendo que Moore no va, ni mucho menos, tras la estela de Scorsese. Deberíamos aceptar que su film no es más que es un seductor entretenimiento, una película pequeña de aroma clásico, que salvando las distancias, está más cercana a “La Huella” de Mankiewiz o a determinados títulos de la filmografía de Hitchcock (por el provechoso uso que hace del MacGuffin), que a otras referencias del cine negro o de gangsters.
A la espera de ver cual será su repercusión en la taquilla española (su estreno en cines será el próximo 20 de mayo) no me cabe la menor duda, que de haber sido estrenada en los años 90, el boca a boca, de manera similar a lo acontecido con “Sospechosos habituales”, hubiera hecho de este retorcido y macabro thriller, un instantáneo film de culto. Desgraciadamente parece ser que su recaudación por el momento, tanto en USA como en UK, no ha cumplido con las expectativas deseadas.