The Whale: Toneladas de sentimiento

The Whale te hace sentir de verdad, te hace reír y te hace llorar, te mantiene sentado a la butaca con una extraña sensación de desasosiego, de desesperanza.

Pero que al mismo tiempo te deja respirar lo suficiente para no mandarlo todo a tomar por culo, porque en el fondo, siempre hay una vía de escape por muy difícil que sea en ocasiones encontrarla.

Hay películas que te hacen reír, que te divierten, que te entretienen, que te llenan de adrenalina y de imágenes impactantes. Pero hay otras películas que te producen un pellizco en el corazón, que provocan que tus ojos se humedezcan y dejen escapar una lágrima furtiva. Este es el caso de “The Whale”, un film que te hace reflexionar y sobre todo consigue que tu nivel de empatía se eleve hasta la estratosfera. Uno de esos productos gourmet en un mundo de cómida rápida que nos intoxican con propuestas que transforman tu organismo en un cascarón vacío que ni siente ni padece.

 La trama

Basada en la obra de teatro del mismo nombre de Samuel D. Hunter, “The Whale” narra la historia de Charlie, un hombre solitario y con obesidad mórbida que vive en una pequeña ciudad costera de Alaska. Su vida cambia cuando se encuentra con una maestra de escuela local, quien le ayuda para superar sus demonios internos y ver la luz al final de un profundo túnel. Cuando se da cuenta de que su tiempo se agota y que su salud se deteriora irremediablemente,  busca reconciliarse con su hija. Pero no es fácil, aunque el protagonista pretende retomar esa relación y recuperar el tiempo perdido, la interactuación entre ambos es complicadísima. Aunque la trama que incide en la soledad, en la depresión, en el no quererse, en el alejarse de todo y de todos, también nos regala un rayo de esperanza mostrándonos las segundas oportunidades, que es posible redimirse y que aunque resulte doloroso.., la esperanza nunca debe perderse. Una montaña rusa de emociones llevada al extremo que finaliza de forma brillante y emotiva.

Brendan Fraser ganador del Oscar sí o sí

La interpretación de Brendan Fraser es excepcional, consigue con increíble facilidad transportarte en un viaje donde se entrelaza la tristeza absoluta y la esperanza más luminosa. Logra que en ningún momento la impresionante prótesis que cubre su cuerpo se vea forzada, con su mirada, con sus gestos y con el tono de su voz te creas a pies juntillas que su obesidad y los problemas que le acarrea sean reales. Tras años en el ostracismo, tras el ninguneo que ha padecido, Brendan Fraser deja claro que es un actor como la copa de un pino y que se merece todos los premios que está recibiendo. Si algún otro interprete se llevara el galardón a mejor actor protagonista en la próxima gala de los Oscars, la injusticia sería de proporciones bíblicas.

Aronofsky genio y figura

Ya no nos sorprende la genialidad de Aronofsky, un director que ha demostrado a lo largo de su carrera ser especial y con una capacidad sorprendente para escaparse de los lugares comunes que nos propone Hollywood. Este  director de cine, guionista y productor estadounidense nos tiene acostumbrados a dejarnos en shock con películas como “Pi” “Requiem for a Dream”, “El cisne negro” y “Mother!”. Con un estilo visual y narrativo único, es capaz de combinar elementos del surrealismo, la psicología y el realismo con una facilidad pasmosa.  En “The Whale” logra cautivarnos una vez más, con una fotografía y un diseño de producción que nos meten de lleno en el frío invernal de Alaska, creando una atmósfera claustrofóbica y agobiante que nos hace empatizar aún más con el protagonista.  

Conclusión

“The Whale” es de esas películas que se quedan impresas en tu cerebro durante muchos días, que te hace reflexionar sobre lo importante de la vida, que te golpea el corazón con fuerza y te recuerda lo naifs que somos al quejarnos por mierdas insignificantes. “The Whale” te hace sentir, te hace sentir de verdad, te hace reír y te hace llorar, te mantiene sentado a la butaca con una extraña sensación de desasosiego, de desesperanza. Pero que al mismo tiempo te deja respirar lo suficiente para no mandarlo todo a tomar por culo, porque en el fondo, siempre hay una vía de escape por muy difícil que sea en ocasiones encontrarla. Si te gustan las películas emotivas e impactantes, si te gusta pasar un mal rato en el cine pero salir de él con un halo de esperanza, “The Whale” es una película de esas que no debes perderte por nada del mundo.