Tristan Arp regresa a Wisdom Teeth con su segundo LP: ‘a pool, a portal’, un vasto disco multidimensional de ritmos vibrantes, voces silenciosas y un ambiente arremolinado que traza un espacio límbico vívido entre lo natural y lo digital.
El LP comenzó a gestarse cuando Tristan aún vivía en la Ciudad de México y posteriormente se terminó en Nueva York. Continuando con lo que dejó su aclamado debut ‘Sculpturegardening’, el disco combina sintetizadores modulares alucinatorios con violonchelo, sonido encontrado y palabra hablada, creando un rico mundo sonoro en el que las máquinas imitan a la naturaleza y los instrumentos acústicos se fusionan con sus contrapartes digitales.
A lo largo del arco narrativo del disco, se invita a los oyentes a imaginar un mundo futuro en el que la naturaleza y las máquinas colaboran para recuperar la naturaleza y buscar nuevos modos de ser. Lejos de ser apocalíptica, la visión del artista es anhelante y esperanzadora: una reflexión sobre cómo podríamos evolucionar para superar nuestras limitaciones humanas. “Ojalá todos podamos abrir un pequeño portal hacia otro mundo e integrar lo que aprendemos en el nuestro”, propone Tristan.
Fiel a su palabra, Tristan compartió gran parte del proceso creativo con sus máquinas, utilizando procesos generativos modulares para crear momentos aleatorios e improvisados en los que podía colaborar como artista y observador. La mayoría de las pistas se capturaron en tomas individuales como actuaciones en vivo e improvisaciones que luego se editaron y cortaron. Hablando de “Life After Humans”, la cautivadora pieza central de 10 minutos del disco, Tristan recuerda: “Me olvidé de grabar salidas multipista, pero en realidad fue muy empoderador quedarme solo con una pista estéreo: no podía mezclar elementos individuales incluso si quería hacerlo después de la grabación, pero me alegro de haberme limitado inadvertidamente de esa manera“.
Junto a su propia voz, el disco cuenta con una impresionante aparición de la violonchelista y vocalista guatemalteca, Mabe Fratti. La pareja se conoció en la Ciudad de México en 2020, donde ella ayudó a Tristan a aprender a tocar el violonchelo, un encuentro que finalmente dio forma a las grabaciones que conformaron “Sculpturegardening”.