Leo por ahí, en algunos medios de referencia, en textos escritos por algunas firmas que sigo con atención, que el nuevo EP de Burial en Hyperdub, Subtemple/Beachfires, es un gran trabajo de ambient y tal, y no puedo estar más perplejo y descolocado. De que el sello inglés haya decidido publicarlo e incluirlo en su catálogo, y no sólo vía bandcamp -donde se pudo escuchar por sorpresa en un primer momento- sino en 10”. Y de comprobar que el productor lo ha considerado como material digno de soltar, tras la salida hace un año de Sweetz -track en colaboración con Zomby– y de Young Death /Nightmarket hace ocho meses, también en Hyperdub. Todos en 10”.
Y el tema no es si estas canciones son buenas o malas, si aquí hay calidad o no la hay; que no soy nadie yo para decirlo y el trabajo previo de este tipo tiene momentos de inspiración suficientes como para achantar la muí al respecto. No voy de listo, vaya. Lo que me cuestiono es la pertinencia o no de publicar estas canciones, que personalmente me parecen esbozos poco trabajados e incompletos, con elementos, sonidos y texturas interesantes, que no parecen ir a ningún lado en concreto. Y que además, se alargan incomprensible y tediosamente hasta los siete minutos y pico y los casi diez, respectivamente. Idéntico percal al de la previa Nightmarket, más de lo mismo y en esta misma línea.
Primero nos encontramos con Subtemple, que se entiende que es su tema principal. Empieza con algunas texturas y samples: el sonido típico de la aguja sobre el primer surco de un disco alegremente usado -recurso que no por ser más que habitual necesariamente desmerece-, sonidos de golpes en lo que parecen ser superficies de uso cotidiano (suelo, mesas, puertas…), unos pasos, un carrete girando…, con el puntual acompañamiento de un bonito y breve sample vocal femenino. Unos y otros se combinan en bucle durante la primera parte de la canción. Sobre los dos minutos y medio entra una repetitiva y sutil melodía de tres notas que invita a pensar que por fin empiezan a pasar cosas, que en cualquier momento nos van a llevar a un lugar que ni si quiera habíamos sospechado. Pero entonces nos damos cuenta de que se trata de un nuevo loop que se repite junto al resto de elementos -es decir, el resto de loops- hasta los seis minutos y poco. Momento en el que desaparece para dejarnos frente a una decepcionante salida de un tema donde no nos han llevado a ninguna parte, donde no ha pasado nada. Siete minutos de divagaciones, el mareo de la perdiz.
Y nos plantamos en Beachfires con la expectativa de que la cosa de un giro en cualquier momento, y que por lo menos aquí haya algo más de intención. Y en parte se puede decir que la hay, pero seguimos en las mismas. La hay, porque aquí esos fantasmales pads que escuchamos son más definidos y están más presentes, ya saben, esa inquietante y omnipresente “niebla musical” de Burial. Más que niebla, humo. Y humo creo que es lo que nos vende Hyperdub en esta ocasión. Vuelven algunos elementos y texturas que nos son familiares y el elemento principal aquí es un sampler de algo así como unos cristales chocando, puede que los de una gran lámpara de araña que cuelga del techo de una remota e ignota villa perdida en un algún risco. Sí, la cosa llega a dar algo de yuyu por momentos, también hay que decirlo. Y a ese nivel, siempre es interesante que pasen cosas, que la música provoque emociones.
Y es que, insisto, aquí los elementos, samples, sonidos y texturas son muy interesantes e inspiradores. Pero lo son por separado. En conjunto, la escucha de estas canciones se estanca y, una vez superado ese primer momento de conexión emocional con esos sonidos, se diluye el interés. Retazos y bocetos, tediosamente largos. Podrían llegar a funcionar como breves transiciones para un LP, esos interludios que pueden funcionar como subtexto de una historia principal, que ayudan a conectar escenarios supuestamente aislados, cuando no antagónicos. Pero que, como composiciones para un EP, con su cara a y su cara b, definitivamente no chutan.