La organización benéfica Youth Music ha concluido después de un proyecto de investigación de cuatro años que los alumnos de las escuelas británicas se verían enormemente beneficiados de introducir la música electrónica, el hip hop y el grime en las clases escolares de música en lugar de la clásica.
Y es que, según los resultados arrojados por el estudio, apostar por enfoques musicales menos tradicionales ayudaría a mejorar la asistencia a clase, así como los desarrollos personales y sociales entre los alumnos más desaventajados.
“Hemos visto los beneficios en los estudiantes de cambiar Mozart por Stormzy como parte de un programa musical reimaginado. Las escuelas pueden ofrecer un currículo musical inspirador que apoye mejor el bienestar social y emocional, el flujo de talentos de la industria musical crece y es más diverso, y las vidas de los jóvenes en la música están completamente conectadas tanto dentro como fuera de la escuela”, dice el presidente de Youth Music, Matt Griffiths.