Supongamos por un momento que estamos forrados. Alquilamos nuestro lujoso apartamento valorado en 2’5 millones de libras a través de airbnb a una angelical e inocente chica para realizar la fiesta pre-mama conocida como ‘Baby Shower. Y en medio de la noche nos despertamos por el ruido de lo que podría ser la versión británica de Project X. ¿Qué haríais?
Elizabeth Sterling, una americana afincada en Londres lo tuvo claro: llamó a la policía. No sin antes intentar encontrar en medio de la cantidad de gente que había –literal- invadido su vivienda a Kudzi, la mujer a quien alquiló por 500 libras aquella noche su hogar, para según le contó, realizar un pequeño meeting de no más de 8 personas.
Sterling siempre había tenido exigentes huéspedes que habían cuidado especialmente su apreciado suelo de resina blanca, por no mencionar de la espectacular colección de arte que porta la estadounidense, y en las cuales se incluyen obras de Andy Warhol, Jasper Johns, Joan Miró y Picasso. El pisazo, de hecho, está situado en una de las calles más seguras y prestigiosas de Londres, Phillimore Gardens en Kensington. Vamos, todo un frágil escenario para realizar una bacanal donde hubo desde música a todo volumen a óxido nitroso, también conocido como ‘hippy crack’.
No obstante, Elizabeth tuvo que esperar hasta las 2 de la madrugada para ver desalojada su casa de aquella farra, que fue cuando llegó el aviso de cierre, una orden judicial nocturna, que le dio a la policía el poder de cerrar la fiesta y desalojar a las 120 personas que aún estaban dentro de la casa. Aunque parece que no fue la única casa que vivió esto ya que, según cuenta al diario británico Daily Mail: ‘’La policía me dijo que había tenido suerte porque en otras dos fiestas de Airbnb esa noche en Kensingtons se habían robado cosas y una persona había sido apuñalada.’‘