
El popular DJ y productor ilerdense UNER presenta su segundo disco bajo su aka más popular retomando una senda electrónica que mira a la pista pero desde diferentes lenguajes y códigos sonoros
En 2019 fue la última vez que supimos de UNER, uno de los DJs y productores de nuestra escena electrónica con mucho movimiento nacional e internacional. Un proyecto que desapareció y que volvió transformado en NIN3S con un concepto más alejado de la pista de baile. Sin embargo, algo ha hecho click en la cabeza de Manuel García para volver a abrazar un pseudónimo que tantas alegrías, e imaginamos que algún trago amargo, con un nuevo disco llamado CONTINICIUM que parece más una liberación artística que otra cosa.
El álbum, el segundo bajo este nombre, es un compendio de 11 producciones en las que atisbamos el renacer de un proyecto artístico que no estaba muerto sino latente. Como una larva que recorre una senda electrónica desde diferentes lenguajes y códigos sonoros para acabar transformada en una mariposa.
Lo primero que hay que tener claro con este disco es desechar la idea preconcebida de los hits que facturaba hace más de una década. Porque este LP es una concatenación de diferentes estilos con coherencia reformulando su esencia a un paso más allá. Techno, breakbeat, bass, IDM y neo-trance se entrelazan para reflejar la naturaleza cíclica del crecimiento: desmoronarse, reconstruirse y resurgir con más fuerza.
Temas como ‘Chrysalis’ y ‘Renaste’ enmarcan este viaje, simbolizando el principio y el final de esta metamorfosis. Ya sea la energía visceral de ‘Internal Demolition’, la introspección colectiva de ‘Time Masses’ o la alegría frenética de ‘Siddhi’, cada pieza contribuye a una experiencia auditiva cohesiva y a la vez diversa dentro de una narrativa sonora realzada por la exquisitez técnica de un productor que renace con un mojo diferente y renovado que consigue atraparte en los momentos de tensión y envolverte en los de relajación.
Podemos decir que UNER ha renacido y lo ha hecho con el vigor sonoro que uno podría esperar tras un largo silencio.
