UTO mezclan en su coctelera marciana witchpop, trip hop y dreampop en el excelente “Touch The Lock” que publica Infiné.
UTO son un dúo de París que suenan genialmente a marcianada: witchpop, dreampop y trip hop, extrayendo la rica veta de los 90 de la música británica de las periferias. Su álbum de debut en Infiné, “Touch The Lock” se basa en la realidad que comulga con la hiperrealidad, desbloqueando la caja donde emociones y pensamientos difíciles de alcanzar estaban inactivos y sin explorar.
Emile y Neysa deconstruyen sus canciones, que evolucionan a través de la experimentación, abrazando las imperfecciones y se rinden a las estrategias oblicuas. El álbum canaliza la apatía de los últimos años, llena de audioscapes que se entremezclan y, a veces, se repelen, lo que denota procesos de pensamiento intrincados. Este no es un disco que cuente historias o responda a una narrativa global, dicen.
“Tuvimos que abrir muchas puertas en nosotros mismos para hacer este disco”, dice Emile. “Nunca nos limitamos a un método o estilo. Tuvimos que seguir desbloqueando para llegar a nuestro propio lugar santísimo. Esto se convirtió en una especie de libertad para nunca limitarnos a elegir una dirección. Neysa hizo temas en solitario por primera vez. Ella sintió que ya estaba preparada para abrir esa cerradura”. El dúo habla de ese lugar que han descubierto como una habitación prohibida donde se esconden los fantasmas, con la ‘cerradura’ en sí misma como referencia al pomo de la puerta en Alicia en el país de las maravillas.
“Las estructuras de nuestras canciones son un poco extrañas”, dice Neysa. “Son un poco como un programa de lavadora: la música comienza, se detiene, se acelera o se ralentiza, pero también hay pausas No sabemos cómo resultará una canción hasta que se detiene el programa”. Si la primera parte del álbum es bastante tempestuosa, la cara dos es más moderada.
