Nuestra vida occidental sigue su curso, algo más cara en general que antes de febrero, pero aquí seguimos, con el puto teléfono en la cara mientras cruzamos pasos de cebra, (aún) con la mascarilla puesta cuando vamos solos por el parque o conjugando ambas cosas a la vez en un ejercicio de supervivencia urbana.
Hay Brunch in the Jarl, ergo salimos a pillarnos el pedo: básicamente estamos como siempre. Hasta que ponemos la tele y lo pasamos mal durante unos minutos y ya. Casi nadie ayudamos en nada a que la mierda que se están comiendo por contenedores a dos horas de avión mejore algo su sabor.
Todos somos solidarios al principio y luego se nos olvida y seguimos a lo nuestro, como siempre: para qué cambiar si las bombas aquí no se oyen. Algunos se preguntarán qué es lo que pueden cambiar… Hay algo que sí que se puede hacer, por ejemplo, sin tirar cohetes, es comprar recopilatorios como este, curado desde Ucrania por Stanislav Tolkachev y Sergei Chernisov en el sello que se ha creado al efecto: Rudiment.
Todos los beneficios generados por la venta de este recopilatorio irán destinados a ayuda para organizaciones humanitarias exclusivamente, no para armamento, para aquellos a los que este punto les produzca reparos.
El tracklist está lleno de artistas techno de primer orden: Surgeon, Dasha Rush, Speedy J, Tripeo, Jeroen Search…
Haz algo positivo en tu vida de robot y gástate los euros en cosas que merecen la pena, como por ejemplo ayudar a aquellos que están viviendo una marrona que ni te imaginas.
Estas son las organizaciones a las que van dedicados los fondos recaudados:
voices.org.ua/en
unicef.org/ukraine/donate-now
ridni.org.ua/en
