Una selección de Richard Sen muy limitada y circunspecta de los tracks que le marcaron en su primera época como selector.
Mucha música de baile de principios de los años 90 posee un carácter compartido no siempre reconocido. Dicha cualidad es la de lo onírico, como si proyectándose hacia un futuro incierto pero ensoñador o venido de un mundo extraterrestre e indiscernible, este sonido nos pusiera en contacto con formas de entender las vibraciones sonoras hasta ahora desconocidas. En el modo en el que Richard Sen concibe sus sets, su forma de acercarse a la música rave de los primeros años… Ese factor somnoliento, alterado, fantasioso, está siempre presente.
La duermevela y los estados alterados de conciencia son los moods generales en el último mix-recopilatorio de Sen, que aprovechando que Ransom Note ha lanzado un nuevo subsello (Dance Music From Planet Earth) se ha atrevido a compartir una selección muy limitada y circunspecta de los tracks que le marcaron en su primera época como selector. En su último trabajo, “Dream The Dream (UK Techno, House & Breakbeat 1990-1994)” se dan cita algunas perlas y joyas desconocidas u olvidadas de principios de los 90. Orr-Some, Strotium 90, Dream Frequency (valga la redundancia con el nombre) o unos indispensables UVX reemergen entre las pilas de discos en vinilo para recordarnos el estado de mezcla, confusión genérica y derroche hedonista que en aquella época prometía la cultura de club.
El nuevo V/A compuesto por Richard Sen funciona entonces como una distorsionada y algo desconcertante lección de historia. Mientras algunos de sus samples pueden llegar a sonarnos completamente naif, algunos de sus temas algo contemplativos y exangües para una pista de baile contemporánea, “Dream The Dream” se desmarca de la necesidad de aportar un montón de pelotazos, aportando conciencia sobre un factor particular de la escena de Reino Unido de la época. Narcóticos y repletos de espejismos, voces reverberadas, loops hipnóticos… Los diez tracks del LP desarrollan con muchísimo tino la sensación repetida hasta la saciedad en las noches de club y de rave: la del sueño y el loop, la de irrealidad y agradable desinhibición. Este sonido, sin un tono especialmente nostálgico, sólo puede ser redimido y reproducido por alguien que efectivamente perteneciera a la escena como lo hizo Richard Sen. Cronista o participante, las figuras y los límites se desdibujan en el ámbito de la música de baile primigenia.