Primer álbum en solitario de Vince Clarke, alma mater de Depeche Mode y Erasure.
Vince Clarke es una de las figuras fundamentales del pop electrónico desde la prehistoria, formó parte de la alineación fundacional del dinosaurio pop Depeche Mode, creó el producto de temporada Yazoo junto a Alyson Moyet, posteriormente formó sucesivos productos comerciales como The Assembly y se asentó durante décadas con su proyecto fundamental hasta ahora, Erasure, junto al vocalista Andrew Bell.
A lo largo de su infinita e impoluta trayectoria también ha remezclado a todo tipo de artistas, desde Happy Mondays hasta Plastikman y además ha colaborado con auténtico iconos como Jean Michle Jarre, hacer una biografía precisa de este señor llevaría una enciclopedia completa, lo voy a dejar ahí y voy a hablar de la obra maestra que supone su más reciente y dramático trabajo Songs of SIlence, que paradójicamente supone su primer trabajo instrumental en solitario. Para esta ocasión se ha centrado en un género totalmente alejado del pop electrónico y se ha dejado llevar por la experimentación, el minimalismo y la abstracción, con una enorme carga sentimental en su interior.
Este disco se gestó durante los oscuros días del primer COVID y se atiene a una serie de líneas argumentales, la instrumentación se reduce a un pequeño sistema modular Eurorack, los temas no tienen apenas progresiones armónicas y se basan en una nota dominante cada ejercicio y son instrumentales en su totalidad con una mínima presencia vocal que se reduce a samples procesados.
A lo largo de los diez ejercicios que componen este Songs of Silence, Vince Clarke transita por el mundo del drone y la textura, nos sumerge en un universo distópico y gris como la portada del disco, nos lleva la menta a estados alterados de conciencia y nos emociona sobremanera con un menú sónico de riesgo.
En lo personal es el disco que más me ha llegado al alma de los que he escuchado durante el último mes y supone un testamento artístico que en mi opinión perdurará en la historia de la música electrónica delicatessen.
Recientemente nos ha llegado la triste noticia del fallecimiento de su esposa y este horrible hecho da de nuevo sentido a la melancolía que transpira esta obra maestra que desde aquí aprovecho para recomendaros a todas y todos.
Un diez absoluto para esta maravilla.