El dub techno es uno de los subgéneros masajeantes de la música electrónica contemporánea que más me atrae, híbrido de la electrónica más fría centroeuropea y el calor y la profundidad jamaicana.
La escuela de Berlín, de la mano de Basic Channel y Chain Reaction puso la piedra fundacional de un estilo que se ha extendido luego al mundo en sucesivas reencarnaciones, como ese virus que tanto coñazo está dando.
El sello danés Echocord es un buen ejemplo de longevidad y persistencia en el estilo y ahora celebran con alegría su nada menos que 20 aniversario con un precioso recopilatorio que aúna el pasado y el presente de la plantilla de creadores que de una forma u otra han participado en el sello durante estos años.
Lo que tengo entre mis manos es la edición física en triple vinilo transparente que abre con Babe Roots featuring Other
Channel y su tema “Gunman“, salpicado de clichés humeantes, vocales toaster y acordes de goma. Aquí hay más reggae que techno.
Mathimidori aporta “Vibra“, en parámetros muy cercanos al anterior con un tratamiento más abstracto en los vocales. En la cara B el canadiense Deadbeat tira más de roots que de maquinismo en la espiritual y profunda “The Old Doom and Gloom“. Mi querido Fluxion cierra este primer vinilo con “Slide“, fusionando soul y jazz con cadencias humeantes como él sólo
sabe hacer.
Vamos con el segundo disco y su cara C, que comienza con “Forest Drive West” y Signals, una sabia combinación de ritmos rotos y ecos y delays diversos, en el que quizá sea el tema que más me ha llamado la atención de este compilado.
Mikkel Metal desde la fría Finlandia se transporta directamente al ambient y las texturas, con la aparición estelar de sonidos de guitarra sobre una base ralentizada y repleta de humo de CBD en “Lakam Dub“. La aguja recorre ahora la cara D, esta D puede bien significar Detroit, ya que son los nativos de la ciudad del motor Luke y Jeff Hess los que firman “M1 Dub“, techno de profundidad para los clubes más exigentes. El surafricano asentado en Nueva York Idealist (Brendon Moeller) clausura este segundo vinilo con “Ride“, sequedad percusiva y mucha cuerda y flotación.
El último de los plásticos que desvirgo abre con el académico trabajo de Grad U, “Pacific Lair“, tras el que escucho la aportación de Quantec, “Space Time Continuum“, reposada y minimalista (como servidora).
Ya en la última porción de esta colección, escucho “Unused“, firmado por Resoe que se mantiene en los parámetros estilísticos del género sin salirse de los márgenes. Para terminar, Brendon Moeller nos entrega “Slow return“, jugando con los breaks ultra procesados y el ambient texturizado sin dejar de lado los detalles duberos.
Finísima colección de esponjosidad sonora y como dije al principio, masaje auditivo, ideal para cualquier tipo de actividad física o intelectual, además presentado en un envoltorio de lujo que tendrá un lugar preeminente en tu
estantería de Ikea. Espero ansiosa el aniversario de los 40 años del sello, que seguramente me pillará en un resort en la Costa del Sol en los momentos previos a mi jubilación.