Code, Criterio, Mindshake, Pole Group y los residentes de Wake Up ofrecieron más de 30 horas de música en una emisión doble con cinco escenarios simultáneos |
Recibir al 2021 sin música no era una opción para Wake Up. Tras casi 10 meses sin apenas eventos, sin poder reunir a los clubbers en una pista de baile abarrotada, sin poder sacarle brillo y partido a los imponentes sistemas de sonido, imagen e iluminación de El Pelícano de A Coruña, la promotora gallega irrumpió con el anuncio de Wake Up in 2021, un festival que aprovecharía las ventajas del entorno digital para reunir a lo mejor de cada casa en materia de música electrónica de club a nivel nacional. Presentar cinco escenarios simultáneos era algo impensable para la promotora en tiempos prepandémicos. Esta pasada Nochevieja, entre todos ellos, sumaron más de 10.000 visualizaciones únicas, lo que confirmó el éxito del formato y la propuesta y dejó claro que el streaming de pago puede suponer un rayo de luz esperanzador para artistas y profesionales de la industria a corto y medio plazo, hasta que vuelvan a llenarse las pistas de baile. Los cuatro grandes, contra el reloj No sobraba tiempo, aunque sí ambición. Corría el mes de noviembre cuando la organización de Wake Up Electronic Parties contactó desde A Coruña a las cuatro mayores fiestas y sellos del clubbing nacional español: Code -la fiesta española de música techno por excelencia, que ha logrado situar al macroclub Fabrik de Madrid en el radar del clubbing europeo-, Criterio -la propuesta fresca y colorida del sevillano Wade, que ha supuesto una revolución para la escena tech-house del país-, Mindshake -sello y movimiento gestados y dirigidos por el catalán Paco Osuna y referencia del sonido minimal más oscuro e intimista a nivel internacional- y Pole Group -el sello y colectivo de artistas que han logrado crear un sonido propio dentro de los parajes del techno más introspectivos y psicodélicos-. |
La respuesta por parte de todos ellos fue unánime. En pocas horas, el equipo de Wake Up y miembros de las cuatro casas trabajaban codo con codo para tirar adelante un proyecto ambicioso, optimista y arriesgado. El formato del streaming online tiene recorrido en España, pero la novedad del acceso de pago (al estilo pay-per-view, muy común en las retransmisiones deportivas) podía suponer una barrera importante para un público acostumbrado a consumir contenido de forma gratuita durante los meses de confinamiento más estricto. Esta circunstancia, sumada a la alta competencia de contenidos (tanto gratuitos como de pago) en Nochevieja, obligaba a Wake Up in 2021, a los cuatro sellos involucrados y a todos los artistas del cartel a sumar esfuerzos y remar todos a una para conseguir calar en el público.
Fin de semana en familia en A Coruña
Una de las motivaciones iniciales por parte de Wake Up a la hora de iniciar el proyecto era abrir por fin los cerrojos de El Pelícano, desempolvar sus torres de sonido, quitar las fundas a los focos, volver a mover esa macroestructura de tres aros que cuelga sobre la pista y lucir de nuevo la interminable pantalla LED de su escenario.
Del jueves 10 al martes 15 de diciembre, la mejor música electrónica del país volvió a hacer temblar los cimientos de El Pelícano. Durante esos días, los artistas y managers de Code, Criterio, Mindshake y Pole Group se encontraron en A Coruña para vivir un fin de semana en familia. Fueron unos días extraños, cargados de emociones y sensaciones de fantasía, incluso incredulidad. Acostumbrados a girar alrededor del mundo a ritmos de vértigo, nombres como Paco Osuna, Wade, Oscar Mulero, Fatima Hajji, Adriana Lopez, Regal o Cristian Varela se veían las caras de nuevo para compartir cabina.
Aunque esta vez, tras meses de aislamiento, el público sería el gran ausente, todos los DJs del cartel recuperaron las sensaciones que tanto echaban de menos. Tras 10 meses en sus casas, en estudios de producción o en cabinas improvisadas en salones, por fin pudieron subirse a la cabina de un club para disfrutar del sonido y los entornos visuales de una de las salas que más ha llamado la atención de la escena española en los últimos años. Pese a malas noticias de última hora, como la ausencia de Reeko por motivos personales (le sustituyó Lewis Fautzi conduciendo desde Portugal; todo queda en familia), se rodaron las 25 sesiones y se confirmó lo que se presagiaba: el contenido visual y, sobre todo, sonoro de Wake Up in 2021 iba a ser de clase mundial.
Nochevieja y Año Nuevo; que la magia llegue al público
Cinco marcas trabajando en equipo, unos días en familia que nos permitieron olvidarnos de todo lo malo, 25 sesiones y más de 30 horas de música listas para ser emitidas… Sólo faltaba una pieza para completar el puzle, la más difícil de conseguir: el público. El formato digital neutraliza la amenaza del siempre temido sold-out, lo que a su vez elimina el sentido de urgencia. La venta de entradas no prometía grandes cifras a pocos días de la fecha, pero la locura se desató en las últimas horas… e incluso durante las emisiones de Nochevieja y Año Nuevo (ya que el pago para acceder al festival podía realizarse en cualquier momento durante las dos emisiones).
A las 23:59h del jueves 31/12, se abrieron las puertas virtuales de El Pelícano. Cuatro escenarios con ocho horas de música ininterrumpida en cada uno, más un quinto con dos horas a cargo de los residentes de Wake Up. Desde la medianoche hasta las 08h de la mañana. Y, por la tarde del mismo día 1, de nuevo desde las 16h hasta la medianoche. Dos oportunidades para disfrutar de todo el contenido, aunque, en realidad, los compradores de Entrada Premium pudieron disfrutar de todo cuando quisieran hasta el día 6 de enero.
El escenario Code abrió sus puertas con César Almena en cabina. El infalible residente de la fiesta de Fabrik no se anduvo con sutilezas y, desde el primer momento, dejó claro que en ese escenario se bailaría con el pitch tirando para arriba.
Ramiro López le tomó el relevo. No subió en intensidad porque habría sido descabellado, pero sí nos permitió disfrutar de algunos temas inéditos que pronto verán la luz. Algunos de ellos, incluyendo ciertos aromas urbanos y cálidos, aunque siempre con la base big-room marcando el paso.
Fatima Hajji era posiblemente el nombre de más peso en el cartel de Code. Fue la tercera en aparecer y, como suele ser habitual, la que más energía desprendió. Su pasado hard-techno se hace notar en su selección y sus mezclas. Su nueva propuesta apenas ralentiza el pitch y sí añade atisbos melódicos. Como siempre, estuvo soberbia.
Como lo estuvo también después Cristian Varela. Constancia y horizontalidad en los kicks y una propuesta techno hipnotizante que no se casa con ninguna rama del género fue su receta, esta vez con más presencia de lo digital que de lo analógico, y revelándonos primicias como “Eighth”, su nueva producción editada por el sello Mord de Bas Mooy.
El madrileño Regal fue el embajador del eclecticismo, fusionando el predominante sonido techno con selecciones electro, trance y EBM. Cada tema, con su propia personalidad. Algunos, como su apenas recién presentado rework del clásico “Scorpia” de Marco Bailey, habrían causado locura colectiva de haber habido gente en la pista. En realidad, nada nuevo en un set de Regal.
La noche de Code arrancó con César Almena y no podía terminar con otro que no fuera Nuke. El otro residente y mente pensante de toda la estructura Code firmó una hora de cortes muy mentales y otros de aire más épico (aún se nos eriza la piel al recordar el momento en el que sonó el remix de Marcel Dettmann al “Bad Kingdom” de Moderat). En total, ocho horas trepidantes.
La noche de Criterio arrancó con Fernando Mesa a los platos, apostando por guiños al deep house y protagonizando destellos con vocales como las de aquel mítico “Voices” que editó Hot Since 82 en verano de 2015.
Roxe aceleró ligeramente el pitch, centrado en sonidos y estructuras 100% tech-house y dejando al público en sus casas listo para el plato fuerte de la noche.
Este no era otro que el sevillano Wade, que firmó el set más largo del festival con dos horas y media de sonidos frescos y coloridos, demostrando por qué se ha convertido en un nuevo icono del género desde que popularizó aquello del “criterio”.
La noche iba de clásicos y Criterio quiso contar para ello con otro nombre mítico de nuestra escena como Alvaro AM. Se fue hacia sonidos más house e incluso se desmelenó por momentos abrazando al disco.
El house llegó para quedarse con Miane, la siguiente en ponerse al mando. Aunque el groove seguía siendo protagonista, también hubo espacio para la memorabilia dance.
La revolución del pitch llegó en el último turno con otro de los grandes. Miguel Bastida se atrevió con bombas de Patrick Topping y llegó a apostar por el techno big-room en el cierre -hit de Layton Giordani incluido-.
Manu Gonzalez fue el encargado de inaugurar el recorrido musical de Mindshake. El ibicenco estuvo menos oscuro que otras veces, evocando por momentos a las estampas más estivales de la Isla Blanca.
No hubo que esperar mucho para disfrutar de los 90 minutos de Paco Osuna. La pisada de acelerador se notó desde el primer minuto. Los graves minimalistas se dejaron cotejar por mucha vocal, melodías desmelenadas e incluso algún rap de Kase O -aprovechando el famoso remix editado por Andres Campo durante el confinamiento-.
El talento gallego se explayó al máximo con otro peso pesado del sello. Fer BR transicionó del house al techno, siempre con el sonido minimal -tan característico de Mindshake- como bandera. Por supuesto, sonaron varios de los temas de Multiple, su segundo LP publicado en 2020, así como clasicazos como el “You Need The Drugs” de Westbam.
Por su parte, Rafa Barrios navegó entre el groove y el big-room, acariciando bases y esqueletos que podrían ser perfectamente catalogados como música techno.
El suyo fue uno de los sets más entretenidos de la noche, dejando paso a una Viviana Casanova caracterizada por la versatilidad. Bajó la velocidad al inicio y fue in crescendo, yendo de sonidos groovy y temas muy tech a selecciones más contundentes y cercanas al big-room, pasando por el psy-trance e incluso el trance bucólico, desempolvando perlas de 10 años atrás como el “Unattainable Love” de la -precisamente gallega- Cora Novoa. Sus últimos 40 minutos fueron estelares, idóneos para tender la alfombra roja a una de las mayores novedades de Wake Up in 2021.
Paco Osuna y Fer BR volvían al escenario para presentar al mundo Project00, su nuevo proyecto a cuatro manos. En él, se desvelan las facetas más duras y oscuras de ambos. Una performance híbrida que, sin duda, despierta mucho interés de cara a futuros showcases del sello.
Los seguidores de Pole Group forman posiblemente uno de los colectivos más fieles de toda la escena clubbing nacional. Su entrega al sonido de los suyos es absoluta y en Wake Up in 2021 pudieron salivar durante ocho horas de ensueño. La aventura arrancó con un Kessell estelar, siempre cercano a los 134 bpm, tirando de bases sofisticadas, lejos de abusar de lo ácido o psicodélico y aportando en momentos puntuales toques melódicos cargados de épica.
No hubo que esperar mucho más para disfrutar del capo. Oscar Mulero subió hasta los 138 bpm y nos dio un bálsamo de 90 minutos en forma de techno introspectivo, psicodélico, mental y perforador. Sin apenas atisbos de electro esta vez, Oscar nos hizo bailar al ritmo de nuevas armas como el “Pwcca” de Sekuaz -un habitual de Warm Up Recordings- o el “Divide” de Mesosfera.
Por el ecuador de la noche pasó Tensal, que firmó un set por el que pagaríamos lo que no tenemos para repetirlo con público. Protagonismo total a las bases, los kicks, los tambores. Abundancia del bombo roto y, en el tramo final, guiños al electro y al EBM de corte ácido. Varios temas de su próximo EP en ARTS, adelantos del próximo lanzamiento como Exium en el propio Pole Group, su reciente remezcla del “Structures Of Corruption” de Hans Bouffmyhre… Como se suele decir en plena pista de baile, brutal.
Adriana Lopez, en cambio, apostó por la horizontalidad. La colombiana llegó a A Coruña cargada de grave y oscuridad, sin apenas elementos agudos o estridentes. Los bajos entraban y salían sin grandes aspavientos. Pura elegancia; pura sutileza. 90 minutos de música techno de personalidad industrial mezclada con manos de cirujano.
Y, como contábamos antes, salvando los muebles conduciendo desde su Portugal natal, Lewis Fautzi le puso la rúbrica a la maratón yendo de los 132 a los 138 bpm (posiblemente, el set con más recorrido de pitch de todo el festival). Fautzi coqueteó con lo industrial, lo mental y lo chirriador, abrazando siempre a los redobles en los drops.
Además, Pole Group quiso dejar también su firma en el apartado visual y se llevó a Galicia a Efrén Mur, quien le sacó partido a la interminable pantalla de El Pelícano con sus proyecciones inmersivas.
Por último, un quinto escenario permitía disfrutar de dos horas extras de música a cargo de dos de los artistas residentes de Wake Up. Primero, Raúl Pacheco hizo gala de su apuesta por un tech-house enfocado al big-room, con tanto groove que casi podríamos definirlo como techno.
A lo que seguro que podemos llamar techno es a la música de Bárbara Lago. Ídolo local, la joven gallega sigue fiel a un sonido techno que abraza elementos ácidos, tonalidades rave e incluso algún que otro atisbo industrial. En Wake Up in 2021, volvimos a entender por qué A Coruña la adora.
30 horas de optimismo para 2021
En menos de dos meses, nació una idea, se trabajó en equipo, los grandes de nuestra escena se reunieron en A Coruña y El Pelícano les permitió volver a sentirse DJs en un club. Y, en cuanto sonaron las 12 campanadas, clubbers de toda España disfrutaron de una propuesta musical ecléctica y de clase mundial. Sumando todos los escenarios, Wake Up in 2021 acumuló más de 10.000 visualizaciones, una cifra que no deja dudas: el público tiene ganas de música electrónica y el formato del streaming de pago abre un rayo de luz esperanzador para tantos y tantos profesionales del sector que llevan meses sin ingresos.
Wake Up in 2021 fue posible gracias al trabajo de más de 40 profesionales del sector. Tras meses en la sombra, todos ellos pudieron por fin volver a primera línea de batalla haciendo lo que les apasiona: hacer llegar la música al público.
Con los procesos de vacunación ya en marcha en España, parece que el retorno a las pistas de baile está cada vez más cerca. Hasta que ese momento llegue, los eventos de pago por vía streaming podrían acelerar el proceso de recuperación de la industria. Wake Up in 2021 confía en haber señalado el camino.
Seguimos sonriendo y nos mantuvimos fuertes en 2020. Wake Up in 2021.