10 + 1 DJS que cambiaron el devenir de la música electrónica para siempre

Más allá de contratos millonarios, publicaciones en Instagram y macrofestivales, en Beatburguer queremos rendir homenaje a los artistas sin cuya aportación sería imposible entender la música electrónica tal y como la conocemos.

Desde los comienzos de la elektronische musik o música electroacústica a mediados del siglo pasado, o la irrupción de los también germanos Kraftwerk y sus pop sintético de alcance universal, la electrónica no ha parado de evolucionar, mutar, autofagocitarse y renacer una y otra vez a través de las décadas.

Dejando atrás la incuestionable labor de tantxs y tantxs productorxs y artistas legendarios, es de recibo hablar de la figura del DJ como amplificador directo de estxs a la hora de dar forma a la música electrónica en sus distintas mutaciones estilísticas actuales. En Beatburguer os invitamos a un pequeño gran viaje con el que queremos rendir homenaje a algunos de los más grandes, influyentes y significativos, y sin los que es imposible hablar del género.

LARRY LEVAN

No es posible ni ético comenzar una lista de los DJs más importantes de la historia sin hablar de la persona que lo inició todo, el primer superstar DJ, el artista que sentó las bases de lo que más tarde sería la house music…

The one and only Larry Levan. El Sumo Sacerdote del Paradise Garage neoyorkino ofició durante una década (1977-1987) las mayores y más legendarias “misas” hedonistas con la comunidad LGTBIQ+ negra y latina como fuente de fieles feligresxs. Levan elevó la disco music hasta cotas nunca vistas gracias a su frenética manera de mezclar, su incuestionable carisma y su olfato para encontrar y/o crear bangers con los que hacer volar al público durante sus maratonianos sets. Una puerta al paraíso en la tierra que aún hoy, más de tres décadas después, sigue siendo recordado por quienes tuvieron la suerte de vivirlo en directo.

RON HARDY

Desde Chicago, Ron Hardy se erige como una figura fundamental en el desarrollo de la propia house music. Su acercamiento intrépido y experimental a la música lo llevó a ser pionero en la transición del disco al sonido house que conocemos hoy en día. Conectado a su residencia en el mítico club Music Box para toda la eternidad, sus arriesgados, vanguardistas y ya legendarios sets allí han asegurado un hueco a la memoria de Ron Hardy en este —y cualquier otro— hall of fame de la historia de la música electrónica.

FRANKIE KNUCKLES

Apodado El Padrino del House, el bueno de Frankie Knuckles no podía faltar en nuestra lista. Originario de Nueva York, Knuckles ganó popularidad a finales de los 70 y principios de los 80 pinchando en los legendarios Warehouse —el club que dio nombre a la house music— y Power Plant, contribuyendo a la popularización del género y su posterior desembarco desde Chicago al resto del mundo. Las legendarias sesiones de Frankie Knuckles, llenas de soul y guiños a sus raíces disco, sentaron las bases del género que cambió la música popular para siempre.

CLAUDE YOUNG

Miembro destacado de la segunda oleada de artistas del techno de Detroit, Claude Young siempre brilló tras los platos por su endiablada técnica procedente de su pasado turntablista y su enfoque innovador a la hora de construir sets llenos de matices y paisajes sonoros únicos. Sus rapidísimas y complejas transiciones unidas a su espectacular manera de llevarlas a cabo son garantía de un viaje inigualable más allá de géneros y emociones. Imprescindible.

ROBERT HOOD

Sin salir de la ciudad del motor, aludimos de nuevo a la 2ª generación de DJs y productores de Detroit para ensalzar la figura de Robert Hood. El exmiembro junto a Mad Mike y Jeff Mills de Underground Resistance revolucionó las pistas de baile de clubs en todo el mundo gracias a una aproximación contundente y minimalista a la cara más funk y groovera del techno. Un enfoque hipnótico y desafiante que, unido a una depuradísima técnica, convirtieron sus sets en un paso adelante en lo que a evolución del techno se refiere. Aún hoy, su inclusión en cualquier line up que se precie es sinónimo de éxito garantizado. Y es que Robert Hood es, lo que se dice, una auténtica leyenda viva.

JEFF MILLS

De Robert Hood a Jeff Mills y tiro no porque me toque, sino porque no hacerlo sería pecado. Conocido como The Wizard, Mills es un arquitecto sonoro que ha llevado el techno hasta cotas tan altas que pocxs —¿nadie?— han conseguido alcanzar. Más allá de unas producciones que beben de la ciencia ficción y un neo-futurismo bien entendido, el capo de Axis y The Purpose Maker lleva incendiando las cabinas y pistas de baile de todo el mundo gracias a una técnica tan refinada y perfecta que pareciese que no es de este mundo, desafiando los límites de la imaginación y el sonido en cada performance. ¿Magia? ¿Aliens? Simplemente, Jeff Mills.

CARL COX

Carl Cox puede presumir de ser, para muchxs, el auténtico King Of Techno. El mítico DJ y productor británico lleva siendo un referente absoluto de la escena electrónica desde la primera década de los 90. Carismático y querido como pocos, Carl Andrew Cox ha hecho de su enérgico y característico estilo tras los platos –Three Deck Wizardry— una seña de identidad que exportar a todo el mundo. Su distintiva técnica y su arrolladora personalidad le han convertido no solo en el amo y señor de Ibiza, sino en uno de los artistas más significativos, icónicos y espectaculares que han pasado —y pasarán— jamás por la cabina de un club.

RICHIE HAWTIN

Richie Hawtin, el visionario canadiense de la electrónica es, sobre todo, un creador de tendencias que lleva adelantándose a su tiempo desde los primeros 90. El responsable de imprints como +8 —junto a John Acquaviva— o Minus es uno de los pioneros del minimal techno —con permiso de Basic Channel—. Con una carrera cimentada durante más de 30 años, Hawtin es responsable directo de hacer avanzar y evolucionar el arte del DJing. Ya sea esto como ideólogo y actor relacionado con la digitalización de lo que es “el pinchar”, ya sea a través de unas actuaciones que ya desde la época de su set editado “Decks, EFX & 909” (Novamute, 1999) se han convertido en uno de los pilares insustituibles de la electrónica contemporánea.

LAURENT GARNIER

Curtido en su residencia en el seminal club The Haçienda de Manchester, el francés Laurent Garnier ha desarrollado una carrera en la que se ha posicionado como “DJ de DJs” por derecho propio. Forjando un puente entre el techno, el house y la experimentación inter géneros, su enérgico estilo y visión musical sin complejos le han catapultado a la primera línea del clubbing mundial. En sus sets, el responsable del sello F-Communications y creador de himnos de la talla de “The Man with the Red Face”, viaja más allá de géneros, tejiendo en directo una narrativa en la que la emoción y el baile se funden en un solo ente, universal y sin fronteras, que le han convertido en leyenda.

PAUL OAKENFOLD

El británico Paul Oakenfold es otro de esos DJs que marcó un antes y un después en el devenir de la música electrónica de baile. Pionero del trance y el progressive house, su influencia es innegable al ser uno de los primeros en romper las barreras del underground, elevando la popularidad de la música electrónica y plantando la semilla de lo que hoy en día conocemos como “superDJ”. También residente de The Haçienda y productor del último disco de The Happy Mondays, Oakenfold fue capaz de encapsular el espíritu de Ibiza y llevarlo de vuelta a su Inglaterra natal a través de su sello Perfecto y, sobre todo, su residencia desde 1997 hasta 1999 del club Cream. Quizá no suene mucho su nombre a lxs más jóvenes del lugar, pero su aportación a la electrónica es innegable.

RICARDO VILLALOBOS

El chileno más famoso de la electrónica, Ricardo Villalobos, ha sabido destacar en la escena musical global gracias a unos sets caracterizados por una visión muy peculiar y vanguardista del house y el techno. Reconocido a nivel mundial por su extensísimas sesiones, Villalobos teje atmósferas hipnóticas que desafían convenciones. Algo que, unido a su habilidad para llevar a las pistas de baile a un trance profundo y combinado con el aura enigmática de la que siempre hace gala, le sitúan como referente imprescindible en la evolución del sonido electrónico global.