Breves consideraciones en torno a los modelitos de la gala más excéntrica de la moda estadounidense.
Después de dejarnos a todos loquísimos con los conjuntos de la gala del año pasado, La #MetGala de 2019 ha venido y se ha ido y parece que ni algunos de sus invitados han llegado a pillar la temática. “Camp: notes on fashion”. ¿Qué onda? Si eres nuevo en el rollo y no sabes por qué tienes el instagram lleno de famosas vistiendo horrible, siéntate que te cuento: la Met Gala es la una especie de fiesta de disfraces para que las marcas de moda luzcan sus diseños más llamativos en las celebrities de moda, y a la vez sirve de aptertura para la exposición anual de la historia de la moda en el Metropolitan Museum que cada año parte de un tema diferente. El pasado fue “Heavenly bodies”, que se centraba en la interpretación de los símbolos religiosos. Ayer, el tema fue “Camp: notes on fashion”. Pero, qué es el Camp?
El Camp es un estilo que a menudo se relaciona con el mundo queer, en especial los ambientes drag. La palabra significa kitsch, exagerado, flamboyant. El más es más de toda la vida que se puede encontrar hasta en las cortes de Louis XIV en Versalles . Susan Sontag escribió en su tratado “Notes on Camp” que no simplemente se trata del gusto por la exageración, sino de un desafío al gusto establecido. La ropa Camp no solo tiene que ser extravagante, sino tan horrible que se convierte en obra de arte. Por ejemplo, Trump sería el presidente más campy de la historia de los Estados Unidos.
El Camp busca en el estilo una experiencia esotérica, el amor a lo no natural. Es por eso que el estilo fue adoptado por los círculos queer, que durante el siglo XX terminaron coronándose como los herederos de la aristocracia del gusto y lo snob, al ser el mundo de la moda uno de sus refugios profesionales. De hecho, la estética drag bebe mucho de el camp, y vicerversa.
Así como el año pasado estuvimos babeando días y semanas con los vestidos de vírgenes, de Juana de Arco o de serafín, este año en cambio parece que muchos de los asistentes se han echado un par de lentejuelas y tal cual han salido de casa. The disrespect!
Por suerte algunos si que han pillado el estilo, como la reina Donatella:
O Diane Von Furstenburg que se ha hecho un disfraz de Estatua de la Libertad con un estampado de el retrato de ella misma que le hizo Andy Warhol
Ezra Miller nos arranca la peluca con su maquillaje hipnótico y su vibe cabaretero:
Y como mínimo una de las hermanas Kardashian-Jenner intenta centrarse en el tema, aunque hay que reconocer el esfuerzo de los órganos y costillas de Kiki
Katy Perry hace un homenaje a “Priscila Queen of the Desert” con su vestido candelabro:
Otro homenaje el de Ryan Murphy al icono Liberace:
Harry Styles fue junto a Serena Williams, Gaga y Billy Porter uno de los supervisores de la gala, que entraron con un montaje propio de un show drag.