El templo madrileño está a punto de cerrar una temporada de infarto y la semana pasada no nos quisimos perder una velada protagonizada por dos de los nombres más rotundos del nuevo techno. Te lo contamos en nuestra crónica.
Ni los más de 40 grados que marcaban los termómetros, ni el comienzo de las vacaciones de verano, ni la pereza que provoca el calor sofocante impidió el ansiado sold out una vez más en la mítica sala LAB, que consiguió gracias a las entradas vendidas en puerta colgar el cartelito de aforo a tan solo una fiesta de su closing session, de la mano de Sabino González, Etapp Kyle y Kobosil. Así lo vivimos.
El residente de Cassette Club, la sesión dominguera afincada en la sala Boite fue el encargado de inaugurar una noche en la que los bpms y la diversidad fueron los grandes protagonistas.
Acostumbrado a un techno mucho más mental afín a su club, Sabino trasmutó su estilo hasta conseguir un desarrollo perfecto, donde pudimos escuchar temas como “Fas” de Orbe o “The light touch” de Shifted. Un warm up muy alejado de la linealidad, y análogo a lo que se avecinaba.
El ucraniano afincado en Berlín subía a los platos a las 2 de la mañana, y la enajenación se vio reflejada en el amasijo de luces que brotaron a su llegada. Agresivo pero impasible, Etapp desarrollo una sesión a medio camino entre el 3×4 y el 4×4, con subidas agresivas, haciendo un mix entre música pistera enfocada a festivales y música muy cálida, algo que dificultó la armonía total de un público desorientado, que no fue capaz en numerosas ocasiones de seguir el equilibrio que el ucraniano confeccionó.
Daban las 4 de la mañana en el reloj, música parada, y unos visuales que evidenciaban por su tamaño el gran protagonista de la noche. Kobosil entraba en escena vestido con el merchandising de su sello R- Label, y soltaba el primer track, acelerado, sombrío y desenfrenado. La agitación del público fue tal que durante toda la noche subieron al escenario espontáneos, quién sabe si por imitar el vídeo que subió a su Instagram del Ikarus Festival, o simplemente porque tiene que haber de todo en la vida.
Los cambios de plano, el uso de efectos y los graves desgarradores acompañaron en todo momento el set, donde pudimos escuchar temas como “Dominator 98”, de Human Resource o alguna joyita unreleased como su remix a “Rigid”, de Rosa Anschudtz, próximamente en su sello, tema con el que cerró sacando su lado más tierno tras dos horas de una dureza inexorable y un continuo vitoreo por parte del público.
Un viernes más, Crow y sus secuaces cumpliendo expectativas y poniendo la miel en los labios para la próxima fecha, el 12 de julio: el gran closing con el misterioso SNTS. Allí estaremos de nuevo para contarlo.