“Obelisk” fue concebido como una inmersión profunda en un aspecto específico del mundo sonoro de Bell Curve, centrándose en sonidos psicodélicos más minimalistas.
La música caleidoscópica de Bell Curve sale del club hacia el cosmos. Como cofundadora del sello y promotora de Nueva York Worst Behavior, se ha convertido rápidamente en un pilar de la comunidad musical underground de la ciudad, defendiendo los sonidos que buscan el futuro de la ecoesfera en constante expansión de la cultura soundsystem y la música bass. Sus propias producciones y sets de DJ se basan en un grupo de sonidos igualmente ecléctico, reconfigurando sonidos familiares de club en pistas que evaden desafiantemente la categorización fácil.
Su nuevo EP, “Obelisk” que editará SSPB de Berlín el 28 de julio, ofrece una atrevida evolución del mundo sonoro de Bell Curve, canalizando la erizada intensidad de su trabajo anterior en un estilo más expansivo.
“Obelisk” fue concebido como una inmersión profunda en un aspecto específico del mundo sonoro de Bell Curve, centrándose en sonidos psicodélicos más minimalistas. Si bien gran parte del material se escribió a lo largo de varios años, bocetos desarrollados junto con los recientes lanzamientos hipercinéticos de Bell Curve, el EP finalmente se conglomeró durante seis meses particularmente prolíficos en el último año. Desnudando las piezas a arquitecturas rítmicas esqueléticas y explorando BPM más lentos, Bell Curve abrió un espacio para la trascendencia, evitando el encanto de las averías y las caídas para usar gestos sutiles para guiar las piezas a picos extáticos.
Ya puedes escuchar la primera avanzadilla del disco: “Bassline Conga”.
