Aunque se crió en Düsseldorf, el nombre de Binh siempre lo asociamos a Berlín. El productor y DJ, que lleva más de una década viviendo en la meca de la cultura de club, lleva también unos ocho años lanzando pequeñas y variadas referencias, con una producción tan ecléctica y tan idiosincrásica como improbablemente respetuosa con los sonidos clásicos: de Chicago a Reino Unido, pasando por un un sistema solar desconocido. Su primer trabajo en solitario, lanzado en su original y fantástico sello Time Passages, llegaría en 2014, mismo año en el que publicaba su primera referencia colaborativa con Onur Özer bajo el nombre de Treatment. “Basic Trance Induction”, ese primer EP de tres pistas, mostraba categóricamente la capacidad hipnótica y epatante de la música de Germann Nguyen. Entre el minimal y el deep, entre la experimentación y el regusto de honrar a los grandes nombres del house, su música ya mostraba esa capacidad de ejercer un balance complejo e improbable entre tradición y vanguardia.
El sello japonés Cabaret Recordings y el ya archifamoso Perlon, fueron los siguientes en echarle el ojo a Nguyen. Sus primeras referencias para ellos fueron realizando una curva estilística compleja y variable, en la que se permitía la intervención del techno y se apostaba por sonidos minimal con un complejo diseño. Sería en 2016 cuando Perlon sacaría al mercado el EP “Noah’s Day”. Dedicada a su hijo (salió el día de su cumpleaños), esta referencia ya se acerca a formas del electro y de una música de club desinhibida, impredecible; aunque no desordenada.
Después de aquello el estatus de Binh ya ha sido indiscutible. Lanzamientos con My Own Jupiter, aclamación para Time Passages, el productor alemán ha sido capaz de transmitir una forma de producir y de concebir el house a múltiples artistas de diversas procedencias, que terminan contagiándose de su curiosidad y su manera retorcida -en el mejor de los sentidos- de entender el sonido. Como gran ejemplo de ello queda “Lost On Rex”, el EP que en 2018 sacaría con su propia marca. En él, unía fuerzas con otros productores, como Evan Bagg o Yuki Masda. Todo un ejercicio de tino y elementos sucediéndose en el momento justo.
A los platos Germann Nguyen es, podríamos decir, exigente con sus oyentes. Sus sesiones, intrincadas y llenas de temple, juegan de manera magistral con el ánimo y el cuerpo del público, pero siempre recompensan con selecciones tan ilocalizables como memorables. Su gusto por el sonido clásico, le lleva a proponer recorridos musicales retroactivos, sofisticados y entretenidos, en los que cuerpo y mente se ven enriquecidos. Ese es el caso de esta fantástica sesión de 2012 que te dejamos a continuación. Diez años o ninguno podrían haber pasado, pues su constante movimiento cíclico entre pads y melodías más tradicionales y percusiones y colores más sorpresivos es intemporal.
Como colofón, te dejamos también su sesión en la Boiler Room que se celebró en Barcelona el año pasado. Lo que comienza como la labor de un auténtico digger, va mutando hacia horizontes contemporáneos, tonos ácidos, vueltas de tuerca, transiciones y percusiones al punto. Manejar con tal soltura, buen hacer y simplicidad un público es mucho más difícil de lo que parece, pero si nos dejamos llevar… La magia se cumple.
Este mismo viernes 3 de junio, Binh será el invitado de Sigh Club, la fiesta de los viernes de Cadavra. El DJ alemán fue el encargado de reabrir el club “después” de la pandemia, cuando terminaron las restricciones. Ahora vuelve para realizar la reválida, en una ciudad no demasiado habituada a poder verle. Le acompañarán Avo en The Hole y Álamo en The Lounge. Dos selectores locales que comenzaron a destacar en el propio club. Tienes toda la info y entradas aquí.