El joven artista madrileño estrena este viernes nuevo track en La Vendición, Ojala tú aquí. Hablamos con él.
El ritmo de lanzamientos de La Vendición empieza a ser inabarcable y, mientras muchos aún no hemos asimilado todos los releases de la nueva temporada, la plataforma sigue subiendo nuevo material.
Para este San Valentín, vuelve Clutchill, apenas dos semanas después de que se estrenase como solista con No te vayas. Si en aquel single el madrileño de origen colombiano colaboraba con el productor Carzé (con quien deslumbró el año pasado en el proyecto Children of God que también comparten con Rojuu), esta vez las bases las sirve Pochi.
Ojalá tú aquí insiste en ese pop triste que conecta con el imaginario de Goa y el propio Rojuu, una clase de romanticismo desesperado que acorta distancias con el nihilismo del post-punk y las tinieblas emocionales del rock de guitarras de los 90.
¿Qué significa San Valentín para ti? ¿Cómo vas a pasar el día?
Me da un poco igual, a mí las fiestas estas capitalistas me dan un poco igual. Aunque consciente o inconscientemente participo de todas, claro; como todos. Seguramente esté de resaca y me pase el día haciendo scroll en insta o quejándome de cosas en Twitter.
¿De qué manera te inspira el amor (o la falta del mismo)?
Pues es lo que más me inspira, al menos en lo que llevo haciendo música. Todas mis canciones son un poco ñoñas o un poco de desamor. Así que se podría decir que me inspira mucho.
¿Creas mejor música cuando estás jodido o cuando estás enamorado?
Creo que cuando estoy jodido me salen mejores cosas. Es todo más visceral y con más rabia o más sentido y me suelen gustar más ese tipo de cosas con el paso del tiempo que las que grabo cuando estoy en un buen momento.
¿Cuáles son tus influencias musicales a la hora de crear?
Pues la verdad es que he escuchado todo tipo de música desde siempre, por lo que un poco de todo. Pero suele depender, cuando hago algo más tirando a rock me gusta mucho escuchar Parálisis Permanente y Joy Division. Cuando me meto en otras cosas suelo fijarme sobre todo en Frank Ocean y Kanye West.
¿Te sientes más cómodo en un contexto pop/r&b?
Me gusta mucho, y me siento muy cómodo, la verdad. El trap está ahí pero intento alejarme, o mejor dicho abordarlo a mi manera, porque me aburre un poco lo que suele haber. En otros sonidos como el post-punk o el pop me lo paso mejor.
¿Cómo describirías tu colaboración con Carzé? ¿Qué os une y qué os separa?
Es un chaval súper creativo, y con mucho talento. Además es súper jovencito, apenas cumplió 18 años hace poco, creo. Me une con él que es muy curioso y le gusta probar cosas nuevas, sonidos nuevos, todo el rato. Seguramente en lo que más nos alejemos sea en las influencias de cada uno. Él era un productor de dubstep y cosas así hace años por lo que tiene otras raíces. Yo vengo de beber metal y rap noventero toda la vida.
¿Cómo llegas a La Vendición y qué te aporta aparecer en un sello como este?
Pues cómo llegar no sé, la verdad. Simplemente un poco pasó. Conocí a Fernando y me animó a hacer música, me puso los medios al alcance y yo aproveché la oportunidad. Lo que te aporta es que básicamente hay pocos sellos (o casi ninguno) en España con la repercusión de este, pero sigue siendo todo un ambiente familiar, cercano. No te tratan como un producto y las cosas son más cotidianas. Al final, sobre todo para los artistas que estamos empezando a dar los primeros pasos en este mundo, es una manera bastante única y especial de abordar el mundo de la música. De otra forma podría ser más antinatural, supongo. Más raro.
¿Qué podemos esperar de ti en este 2020?
Mucha música y muchas sorpresas. Sobre todo eso, quiero sorprender a todo el mundo y empezar a enseñar todo lo que tengo dentro y todas las ideas que llevo tiempo preparando.
El otro día nos llegó un comentario en Instagram que decía que tú eras la estrella de trap latino más grande del mundo, por encima de Bad Bunny. ¿Qué objetivos te marcas a corto y medio plazo?
Un buen corte de pelo.