Entrevista: Orbe, techno de las galaxias

Entrevistamos a Fernando Sanz, –Orbe-, músico y DJ andaluz localizado en Madrid que está viviendo su mejor momento profesional, editando trabajos en sellos del máximo nivel como Axis, Token, Mote Evolver o Analog Solutions además de en su propia etiqueta Orbe Records.

Lo suyo es el techno de precisión con vocación espacial, cocinado de manera artesanal en su estudio subterráneo del centro de la capital. Cruzamos unas palabras con él con motivo de su recientísimo EP en el sello belga Token Records y un trabajo que está al caer en el sello de Luke Slater, Mote Evolver.

Llevamos una temporada larga en la que a nivel global la música ha sufrido mucho, sobre todo en términos de actuaciones que es donde residen los ingresos básicos de un artista electrónico. Paradójicamente ha sido un periodo que lejos de desmotivar, ha llevado a muchos artistas a concentrarse en labores de estudio. En tu caso han sido momentos muy prolíficos en los que has editado mucho material. ¿Cómo te has organizado la cabeza para superar la adversidad y volcarse en tu lado creativo?

Es cierto que ha sido una temporada difícil, y sin duda nuestro sector ha sido el más dañado. Aunque lejos de venirme abajo, y armándome con mucha paciencia, me propuse hacer un disco “largo”. Desde casa, también ha sido como un reto, y eso me motivaba. Muchos lo llamaban “reinventarse”. Yo simplemente hice lo que más me gusta, producir. Creo que la clave y lo más importante ha sido tener mucha paciencia.

¿Cómo es un día en tu vida creativa?, ¿Llevas una disciplina horaria en el estudio o sólo bajas a la nave espacial cuando sientes el impulso? ¿De qué manera atacas la creación musical? ¿Qué pasos se producen desde el lienzo en blanco hasta que vas consiguiendo las piezas para montar tus creaciones?

Efectivamente llevo una disciplina horaria y me gusta cumplirla. Para el trabajo soy una persona diurna, siempre acudo al estudio durante el día. Me gusta levantarme temprano, hacer mis rutinas e ir al estudio con todo el día por delante. Es cierto que el impulso a veces llega en momentos donde no estoy en el estudio. Pero en general la inspiración la trabajo yo mismo desde el mismo. Normalmente empiezo creando secuencias, tratando de llegar a un sonido concreto, hasta que encuentro algo que me gusta o me
sorprende. Es ahí cuando empiezo a grabar y posteriormente voy agregando capas.

¿Qué tipo de herramientas utilizas para conseguir ese sonido tan propio y particular que te define?

Bueno creo que el sonido que define a uno mismo está en la cabeza, la manera que trabajas los sonidos, tus propias máquinas, el proceso que le aplicas. Incluso las rutinas que lleves a cabo durante el día como he mencionado antes también son parte de tu propio sonido. Todo influye, desde cosas directas como el multiefectos que uses para tratar un sonido hasta tu manera de vivir.

Tanto en el aspecto de DJ como en el de creador musical, te decantas por los métodos tradicionales. En el caso de las cabinas, el vinilo es tu arma preferente y en el estudio y en directo el hardware tiene un papel protagonista. Aunque tu discurso musical es extremadamente futurista llegas a él a través de métodos artesanales. ¿Hay una filosofía detrás de
esto o simplemente usas estas herramientas porque te sientes más confortable con ellas?

Bueno me gusta trabajar con hardware porque me siento más cómodo, me gusta tratar los sintetizadores físicamente, tocarlos. Me ayuda a trabajar con mayor fluidez y me siento más motivado. Pero no creo que sea relevante para un productor hacer mejor o peor música porque use hardware o trabaje con un portátil. Al final todo está en la cabeza. Con los vinilos lo mismo.

Eres uno de los artistas techno que más directos hace y además, como en el caso de nuestro reciente entrevistado Ribé, eliges el entorno modular para presentarte sobre el escenario. ¿Qué es lo que te aporta este setup de directo y cómo lo llevas configurado?

El case modular es una parte del directo. También llevo un sampler, otro sintetizador multipista y una caja de ritmos. El concepto que quiero dar con mi directo es como el de estar pinchando con tres platos, voy mezclando una máquina con otra a modo de DJ set. De esta manera las transiciones se convierten en nuevas canciones . Es todo más dinámico y divertido.

Vamos a hablar un poco de tus obras más recientes, algunas de ellas en formato largo, como tu álbum en la serie Escape Velocity de Axis o el triple vinilo Psy Visionary en tu propio sello. ¿Qué diferencias y similitudes hay entre ambos?, ¿Cuál es la línea argumental de uno y otro? ¿Qué mensaje quieres transmitir al oyente cuando operas en formato álbum?

En el formato álbum, suelen ser canciones que he hecho en un mismo periodo de tiempo, inspirado en algo más concreto, para conseguir homogeneidad entre ellas. Creo que “Psy Visionary” y “Beyond Our Ability” son álbumes que comparten el objetivo de contar una historia, aunque el
fin musical sea distinto. Al estar hecho en periodos de tiempo diferentes y como he comentado antes, el resultado es diferente.

Entre tus producciones más recientes está un EP completo en uno de los sellos de referencia del techno actual, Token. ¿Cómo se establece la relación con Kris?. Escuchando el disco percibo un cambio en tu música hacia terrenos más directos y efectivos en la pista un poco alejados de tu discurso más científico y sintético de trabajos anteriores ¿Has creado estos cortes específicamente para Token o forman parte del workflow habitual que llevas?

La relación con Kris empezó hace algunos años. Concretamente tras lanzar el álbum “Interplant”. Él me escribió para felicitarme por el disco. A raíz de ahí hemos mantenido el contacto, compartiendo releases, hasta la reciente colaboración. En cuanto a la música, es cierto que los tracks están más enfocados en la pista de baile, pero no fue algo hecho a propósito.

¿Echabas de menos crear material más funcional enfocado directamente al baile, ahora que se vislumbra la vuelta a los clubes?

Creo que nunca he dejado de hacerlo, “Psy Visionary” lo creo en pleno confinamiento y considero que es un disco que funciona muy bien en un club. Solo hay que saber bien el momento para meterlo.

También ha caído en mis manos un EP compartido que sacará próximamente Mote Evolver, donde aportas dos cortes muy densos y espaciales, háblanos un poco de cómo ha sido el proceso creativo de este trabajo y la filosofía detrás del mismo.

La filosofía es siempre la misma. El modus operandi no cambia. El resultado quizás dependa más del estado en el que me encuentre en ese periodo de creación.

Respecto a tu propio sello, ¿Cuánto trabajo hay detrás de gestionar tu propia etiqueta? ¿Cuáles son los pros y los contras?

Mi sello Orbe Records me gusta trabajarlo con calma. Nunca planifico los releases. Me gusta trabajarlo sobre la marcha, hasta que tengo algo que me convence. Cada vez que he planificado algo con el paso del tiempo he acabado cambiándolo porque dejó de gustarme. La música siempre la suelo seleccionar en el último momento. Para mi algo positivo es ver como un release funciona, ver que artistas a los que sigues reconocen tu trabajo y lo valoran. Conseguir ese respeto es una bonita sensación. Los contras, tratar con las distribuidoras, con las fábricas, no suelen ser la gente más amable y la comunicación lenta, muy poco fluida. Es por eso que esta parte se hace más tediosa. No obstante, la balanza al final siempre recae en el lado positivo.