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El colectivo madrileño Trauma edita su sexto vinilo de la mano del veterano experto Roberto Gemelín, alias Groof. Breaks, distorsión y raíces en un disco impecable.
A veces me pregunto qué sería del techno sin esos pequeños colectivos que se organizan para materializar sus ambiciones musicales en forma de fiestas y ediciones discográficas que suponen su esfuerzo personal y en una representación física de lo que aman. Y este es el caso del colectivo madrileño Trauma, que lleva ya unos años apostando por los rincones más escondidos del underground electrónico para darles vida y al tiempo conocimiento a los amantes del género de primera mano.
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Para la sexta edición de su catálogo de vinilos, han escogido al también madrileño Groof para elaborar el menú, que en esta ocasión está cocinado a base de techno en múltiples facetas, comenzando con Take a Break, que ya anuncia sus intenciones en el título. Un ejercicio frenético e hipnótico de breaks tecnoides de corte industrial que indica ya desde los primeros compases que en este disco las bromas no existen.
Como segundo corte, Command, con el 4/4 y la distorsión bien administrada como protagonistas, a base de rugosas capas percusivas y atmósferas oscuras y broncas.
Girando el vinilo, Staca, que se metaliza en los tonos y se minimiza en los componentes, con la repetición obsesiva como leitmotiv.
Stay Puff cierra el disco regresando a los ritmos rotos, preservando la distorsión como aditivo principal y despidiendo el plástico en forma muy similar a como daba comienzo.
Excelente aportación de Groof a su catálogo discográfico que ha revivido en plena forma en los últimos meses con ediciones en los sellos más interesantes del panorama.