Cuando a uno le encargan hacer la reseña de un disco toma cierto distanciamiento brechtiano, lo suyo es centrarse en las ideas y no en intentar sumergir al lector/oyente en un mundo ilusorio, para así evitar la catarsis. El caso que nos ocupa hoy, “Actors” de Hd Substance, publicado por HXAGRM Records no es tarea baladí: el ínclito Luis Rozalén (buen español y mejor persona) resulta que además de productor y DJ además es amigo hetero y compañero no binario en este foro de libertades que no nos dimos entre todos, como La Constitución española.
La vida era en blanco y negro (muchos de los que estáis ahora leyendo estas palabras ni siquiera eráis un proyecto de cigoto) cuando Rozalén cayó en las garras de la electrónica: tenía pelazo y once años cuando le regalaron el single “New Life” de Depeche Mode. A partir de ahí los sintes y las cajas de ritmos entrarían en su vida para no salir nunca.
Luis vivió su adolescencia en una España gris y sombría: por su cabeza pasaron todos los sonidos futuristas, de la New Wave a las bandas siniestras que conformaban por aquel entonces “el goticismo de la cofradía de los de negro”, pasando por la vetusta EBM primigenia, Kraftwerk o los efluvios del hachís que desprendían los primeros discos de Tangerine Dream. En 1987 decide dejar de ver los toros desde la barrera y salta a la plaza marcando paquete con su primer sintetizador de segunda mano, un Kawai SX 240 y una destartalada caja de ritmos Korg KPR 77: de ese gesto tan español y descerebrado que es lanzarse a pelo al vacío nace su primer proyecto, Ballet Mecánico, junto a Groof y Daniel Erbe. Esa bendita locura le lleva a empaparse de los sonidos industriales de Front 242 y Nitzer Ebb, para caer de lleno en la marmita del “Frequencies” de LFO y el disco amarillo de Orbital, a la vez que bebía de la copa del Santo Grial (las primeras recopilaciones de techno de Detroit como “Bio Rhythm” o “Retro Techno”). Ballet Mecánico duró hasta 1994, los dos discos que editaron y las maquetas siguen siendo hoy objeto de culto para los más pajilleros de la electrónica (fuera y dentro de ese páramo/entelequia que era la electrónica española).
Fue en 1995 cuando decidió debutar en La Maestranza como Hd Substance, es decir, el seminal sello Geometrik (propiedad de Esplendor Geométrico) editó su tema “Past Line” en el recopilatorio “Electronic Generators”, un disco imprescindible para entender de dónde venimos y hacia donde vamos en esto de la electrónica patria. En ese disco, Rozalén compartió espacio e ideas con otros ilustres chalados: The Frogmen, Madelman, Resonic, Álex Martín o Jumo. Un año después, en 1996, edita su primer larga duración “Eleven” y actúa en Sónar. Y hasta hoy: 30 años dedicados en cuerpo y alma a la electrónica. Cuando crees que tu DJ favorito (esos que llevan camisetas negras oversized) ha sido el primero en pinchar en un club mega-underground de Sebastopol, Berlín, Madrid, Detroit o Calasparra, él ya lo hizo hace mucho tiempo. Luis fue de los primeros en poner la pica en Flandes. Cuando descubres que tu productor favorito editará en el sello más mega-guay del mundo, Luis lleva ya más de cincuenta referencias en esa misma etiqueta. Cuando tu vas, este cabrón ya ha vuelto seis veces. Hd Substance es, por calidad y por derecho propio, patrimonio nacional: creando, pinchando, escribiendo y enseñando por y para la electrónica.
El caso que nos ocupa hoy, este “Actors” es un viaje musical compuesto por diez temas que el veterano productor dedica a sus actores favoritos. Rozalén, cinéfilo -y también cinéfalo– pone encima de la mesa un disco por el que pasan Christopher Lee, Harvey Keitel, Alan Ladd, Joe Pesci, Errol Flynn (un hombre que se rompió el frenillo de tanto copular), James Cagney (pistola en mano), Lee Marvin, Steve McQueen, Sir Alec Guinness y Leslie Nielsen. Cual Antonio López, Hd Substance retrata a estas grandes figuras del cine a puerta gayola: en una sola toma y sin ediciones. Dice Rozalén, con ese lenguaje y formas propios de “Los Episodios Nacionales” de Galdós, que “ninguna computadora participó en la creación de esta colección de tracks, todas pintadas durante el invierno y la primavera de 2021”.
Hd Substance ha utilizado las mismas técnicas e instrumentos que usaba en sus primeros lanzamientos de los noventa -más algunos nuevos- para reflejar la evolución y sonido característico que ha logrado durante sus largos años de carrera. “Actors” es un excelente álbum de electrónica clásica -los que tengan El Cosío del techno en casa (Javier Blánquez y tres más) están autorizados a catalogarlo como techno-. Aquí tenemos lo mejor de 30 años de electrónica, fuera de todo radar de modas y subnormalidades darwinianas (las etiquetas a Luis siempre le han parecido más propias de posologías del Cottolengo y/o flyers de discotecones infectos). Un disco que permanecerá en nuestras estanterías para siempre, ajenísimo al devenir del payaseo infecto de la escena. “Actors” representa la Tercera República del techno, la España electrónica que queremos.