Huma & Eyesberg Studio: sobre la singularidad tecnológica y musical

“Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.” Arthur C. Clarke

El A/V live! de Huma junto a Eyesberg Studio en la pasada edición del Festival Mira es un indicio más de que si la singularidad tecnológica está al caer, la singularidad musical ya es algo presente. El productor gallego Andrés Satué Suárez, co-director del Festival Bicefal y CEO de la discográfica Hedonic Reversal, presentaba su último trabajo “Eva” (Hedonic Reversal, 2019) acompañado de un live visual -vía el laboratorio multimedia Eyesberg Studio-, utilizando cinco proyectores y la técnica de la luz volumétrica para construir catedrales lumínicas, intangibles pero inmersivas, que potenciaban no solo la experiencia del directo, con una doble narrativa A/V, sino también su propuesta conceptual.

“Eva” es un trabajo que, más allá de las reminiscencias bíblicas y el guiño a Evangelion, apuesta por una evolución tecnológica optimista y va hacia un futuro que desafía cualquier perspectiva. En lo que se refiere a lo creativo, lo han conseguido. Muestra de ello es este fragmento del show final que desarrollaron en el programa musical ‘Feeel’ de betevé y que podéis ver íntegramente debajo de estas líneas.

Ampliamos la entrevista que se desarrolló en ese contexto para que Huma y José Vaaliña, director artístico de Eyesberg Studio, nos hablen de cómo han trabajado la idea desde ambas disciplinas mientras esperamos la llegada Eva, este ser humano post-singularidad.

Andrés, para contextualizarnos, ¿a qué se debe tu paso del rock a la electrónica? ¿Hay algo de esta experiencia previa que aún utilices para tu proyecto en solitario?

Huma: Fue un proceso natural, pasé de tocar en grupos donde utilizaba la guitarra con efectos y teclados a, poco a poco, abrirme a los sintetizadores; hasta que con Esquelas, un proyecto en la que hacíamos rock progresivo, se redujo a dos integrantes y empezamos a trabajar solo con sintetizadores, cajas de ritmo, ordenador, etc. Fue en ese momento cuando descubrimos bandas como Supersilent o Puma que fueron una gran influencia para terminar de dar ese cambio. Así que creo que sí, que mi forma de hacer y entender la música está muy marcada por esta experiencia previa de forma muy positiva sobre todo en cuanto a narrativa y forma de estructurar las ideas.

Que elijas el nombre de “Eva” para tu primera puesta de largo LP, tras los EP “Las tres fases del movimiento” (Hedonic Reversal, 2018) y “Yocto / Yotta” (Hedonic Reversal, 2016), me parece revelador a su manera. ¿Es ‘Eva’ la evolución de la primera humanidad?

H: Sí así es, la canción que abre el disco es ‘Adán’, entendido como el primer ser humano, y ‘Eva” que lo cierra, sería este nuevo humano, el ser posterior a la singularidad tecnológica. Esto último es la idea que recorre el disco, y cuenta que si el crecimiento del desarrollo humano y su tecnología es exponencial, entonces llegará un punto en futuro un próximo en el que habrá una explosión tecnológica y de inteligencia que provocará cambios inimaginables para nuestra comprensión actual de lo que es ser humano y de nuestro lugar en el mundo. El disco pretende contar una historia haciendo un recorrido desde ‘Adán’ hasta ‘Eva’ con esta idea como columna vertebral.

¿Y qué hayas elegido estos nombres de tradición cristiana -además de sonidos eclesiásticos como el órgano o las cuerdas- para abordar estos temas metafísicos de dónde te viene?

H: La imaginería religiosa siempre me ha atraído mucho, no solo la cristiana, aunque como crecí en Galicia, (tierra de meigas) supongo que esa influencia está ahí. Creo que, en mi caso, tiene sentido usar estos elementos a la hora de tratar este tema. ‘Eva’, este ser humano post-singularidad, es algo que en teoría no podemos imaginar, por lo que la referencia más parecida sería lo que entendemos por Dios. Como dijo Arthur C. Clarke,“cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Por lo que usar este tipo de sonidos ayuda a expresar este tipo de ideas y emociones relacionadas.

Me llama la atención QUE “Eva” (Hedonic Reversal, 2019), entre otros temas trata de la deshumanización del ser humano y parece ser un interés que te viene de lejos, ¿tu pseudónimo Huma también es una proyección de estas inquietudes?

 H: La relación con lo humano si está ahí, igual que en el nombre de Huma, pero el disco realmente no trata la deshumanización, si no todo lo contrario, es verdad que la tecnología tiene este peligro de deshumanizar, pero también de super-humanizar.

 ¿En qué sentido crees que la tecnología super-humaniza?

H: La tecnología, como toda herramienta, no es mala ni buena, eso depende del uso que nosotros hagamos de ella. Por lo tanto puede potenciar cosas negativas tanto como positivas. Por ejemplo hoy en día estamos viendo que la tecnología puede llegar a aislarnos, pero también puede aumentar nuestra conectividad con otras personas o incluso creo que podrá llegar a potenciar valores tan humanos como la empatía o la compasión.

Por ejemplo, para mi Huma (entendiéndolo como humano) me hace pensar en un ente dotado de sensibilidad, consciente del prójimo, pero también dado al error. ¿A ti a qué te remite?

 H: La verdad es que tengo fe en la humanidad, cuando pienso en humanidad pienso en los grandes logros que hemos conseguido en el ámbito de la ciencia, la música, la literatura, la ingeniería…y hasta dónde podremos llegar. Creo que somos muy capaces de superar los grandes retos que tenemos por delante: energía, cambio climático, salud, conflictos políticos, etc. En parte me remite a los grandes dioses de la antigüedad siendo encarnados por nosotros en un futuro cercano.

En un momento donde la medicina o la tecnología han alterado lo que considerábamos natural, ¿donde se están los límites de lo natural y lo artificial? Que es algo de lo que justamente trata tu discurso.

 H: Hoy en día se usan estos conceptos de forma algo diferente a su significado original, lo artificial sería algo creado por el hombre o con intencionalidad. Lo natural refiere a la naturaleza, y lo que tenemos claro es que lo artificial no puede ser natural y viceversa. Pero hemos extendido el significado hasta el punto de darle a veces una connotación negativa a lo hecho por el hombre. Creo que a través de la tecnología pronto llegaremos a poder adentrarnos tanto en la naturaleza como para que una modificación hecha por el hombre sea indistinguible de algo hecho por la naturaleza, o incluso mejor. Además estos conceptos tienen una estrecha relación con el sonido ya que habitualmente asociamos ciertos sonidos a fuentes orgánicas o naturales y otros a fuentes sintéticas o artificiales. Esto me ayuda a buscar nuevas sonoridades que estén entre estos dos mundos para generar sensaciones diferentes y complejas a las que estamos menos acostumbrados.

Este LP, además, tiene una narrativa muy potente detrás, ¿cómo ordenas los elementos para crear una narrativa sonora? ¿Cuáles son tus guías personales?

H: Para esto intento usar las ideas, convertir una idea en algo músical, puede aplicar a todo: tipo de sonidos, estructura, melodía, etc. A partir de la idea voy creando una serie de pautas que empiezan aplicando al disco y luego se ramifican hasta llegar a las canciones y sus partes. A la hora de sentarse a hacer música para mi son muy importantes las limitaciones. Hoy en día los ordenadores y las herramientas de trabajo que usamos ponen a nuestro alcance posibilidades infinitas. Por este motivo, intento imponer ciertas limitaciones o pautas para trabajar mejor. En mi caso prefiero hacerlo a través de ideas en vez de a través de hardware o instrumentación.

 

Además de la parte musical “Eva” (Hedonic Reversal, 2019), ha tenido una importante aportación visuals gracias a José Vaaliña, Jordi Massó y el resto de equipo de Eyesberg Studio, y que se presentó en exclusiva durante la pasada edición de MIRA Festival. ¿Cómo surgió la colaboración?

H: Coincidí con José en varios conciertos de Barcelona y fue en el último Eufonic Urbà cuando comentamos la idea de trabajar juntos, porque vimos que había concordancia en la forma de hacer y entender el entorno y, además, nos gustaban nuestros respectivos trabajos. No hizo falta más para planteamos hacer este show conjunto en el MIRA. Empezamos con conversaciones sobre varias de las ideas que compartían nuestros proyectos: todo lo referente a tecnología, forma de aplicarla, su futuro, etc. Después ya desarrollamos la parte más estrictamente musical y visual, creando un guión al que fuimos añadiendo cada vez más detalles y ramificaciones. A partir del guión musical, José creó otro más específico para la parte visual y durante los ensayos fuimos trabajando para que las dos partes fluyeran y se comunicaran entre sí hasta llegar a conseguir una simbiosis lo más perfecta posible.

De todas las opciones disponibles, desde Eyesberg Studio -que además son los responsables de la cúpula Dome del festival MIRA-, ¿por qué elegisteis la luz volumétrica para esta colaboración con Huma? ¿En qué consiste esta técnica?

Eyesberg Studio: La luz volumétrica es cuando un rayo de luz impacta contra las partículas suspendidas en el aire y se vuelve visible, hemos querido reproducir este fenómeno con el máximo control posible. Para ello, tenemos una escena virtual en 3D donde posicionamos cámaras que coinciden exactamente con la posición de nuestros proyectores, de esta manera al posicionar una geometría delante de estas cámaras, cada proyector puede dibujar la parte que le corresponde de esa geometría. Cuando llenamos el espacio de humo y todos los haces de luz confluyen en un punto ocurre la magia, empezamos a ver nuevas formas geométricas compuestas por la suma de todos los haces de luz.

¿Qué consideraciones tuvisteis en cuenta y qué os ayudó a inspiraros y a sumaros a la propuesta musical Huma?

E.S.: Hace ya un tiempo que estamos investigando esta técnica en concreto y con el show de Huma vimos claramente que era el momento de usarla, queríamos dar este ambiente futurista que nos recuerda a los hologramas de Blade Runner donde estamos totalmente inmersos por luz hecha de pixeles que flota a nuestro alrededor. Quisimos tratar todo el contenido de manera generativa para poder analizar las frecuencias de la música para que éstas fueran las que dieran movimiento e intensidad al contenido visual y así poder crear un ente de luz con vida propia que flota entre el público y el escenario.

¿Y cómo habéis estructurado esta narrativa a nivel visual?

E.S.: Fue algo muy natural, ya que pudimos crear los contenidos en los mismos ensayos simplemente sintiendo lo que necesitaba cada pieza y dejándolo fluir. Trabajamos con Smode un software que nos permite crear contenidos en tiempo real y de manera muy rápida, viendo el resultado final a la vez que se crea. Esto nos da mucha libertad creativa, parecida a la de tocar un instrumento o pintar un cuadro, pero esta vez con volumen.

Después de todo este despliegue, sería una pena que este live! no tuviera continuidad más allá del festival y de la actuación que realizasteis en el programa ‘Feeel’ de betevé.

H: La tendrá, la idea es mover el show así que esperamos que tenga el máximo de continuidad posible.

Una última curiosidad, ¿cuál es el criterio para acoger un proyecto dentro de tu sello Hedonic Reversal? ¿Con qué intención lo creasteis?

 H: Hedonic Reversal nace con la intención de dar cabida a proyectos musicales vanguardistas que están lejos de los circuitos más comerciales relacionados. El criterio es simple, música que nos llegue, que nos impresione y que nos impacte y un vínculo con el artista. Recientemente hemos publicado el primer LP Orphan Swords, “Ascent”, del que estamos muy orgullosos, pero también creemos y queremos potenciar el talento local, como el primer LP de Rectori, “Espleni” que publicamos también en este 2019.

 ¿Y qué nos puedes adelantar de otro de los proyectos en los que estás involucrado: Festival Bicefal?

 H: Tanto tras Bicefal como Hedonic Reversal estamos dos personas, Miguel Sueiro y yo. El tiene un sello mucho más longevo que Hedonic Reversal, Bestiarie. Bicefal nació por el mismo motivo que la discográfica, como intento de dar cabida a estos proyectos musicales, pero en este caso aplicado al directo. Intentamos crear un entorno de intimidad y cercanía entre el público y el artista y pensamos mucho en la narrativa del line-up para que tenga el máximo sentido y continuidad. Por ahora, hemos hecho dos ediciones por las que han pasado artistas como Vessel, Mohammad, Samuel Kerridge, Trepaneringsritualen, Refectori, etc. Este año no habrá edición en diciembre pero durante 2020 empezaremos una especie de ciclo en el que haremos eventos de forma más regular.