El frío está apretando este año por las mañanas, el año pasado fue más grandilocuente con la Filomena esa y el caos, pero este año está haciendo más frío, o peor frío…yo que sé… El caso es que en cuanto la helada remite y se acerca el mediodía ese sol reinante pero distante me pega en toda la cara en mi habitación y me da por soñar que hace un tiempo cojonudo y que estoy en un sitio de esos de pulsera y todo incluido, bien rodeada de
machos fornidos y placeres mundanos.
Para esa misión onírica y de momento totalmente imposible trato de hacer un esfuerzo mental de situación acompañado de la banda sonora adecuada, que en este caso es el novísimo trabajo del detroitiano John Beltran, veterano creador de ambientes agradables y músicas con intríngulis.
Este EP llamado “Península” va de sampledelia gourmet, sonidos del mundo tratados con preciosismo, ambientes soñadores, melodías masajeantes y buenísimo rollo. “Begin Again” es un ejemplo preciso de lo que acabo de decir.
El tema que bautiza el disco me lleva a un viaje por una reserva africana en un coche como el que llevaba el papa de Roma para que no me coman los bichos. Paisajismo sonoro de primer orden.
“Miss the Colors” me trae reminiscencias a los Boards of Canada más campestres: armonías sutiles, grabaciones de campo, y un uso de los efectos nivel dios. Ambient de canutazo.
“Une Belle Matinée” captura la esencia del sonido de la ciudad del motor con sus sintes a lo Derrick May administrados a BPMs ketamínicos: maravilla de jazz galáctico.
El también detroitiano Luke Hess remezcla “Begin Again”, le mete el turbo a la 303, le coloca el bombo a negras y le da potencia pistera, pero con cabeza, nada de basuras revival. Detroit techno de academia.