Lo nuevo del señor de Filadelfia que un día tuvo rastas se acaba de editar en el sello Rekids. Recientemente tratamos la colaboración de Josh Wink con Truncate y ahora pongo mis manos sobre este mini EP de tres cortes con el que empezamos febrero.
En lo musical, el título es explicativo: sonido cliché de la ciudad del motor, administrado con mucho groove, rápido de velocidad pero profundo en los componentes. Podría ser tranquilamente un tema de hace 20 años, no lo veamos por el lado malo, si no por la atemporalidad. Un corte funcional, sin complicaciones, para los clubes más adultos.
“May minimal” es también de sabor añejo, secuencias estilo primeros Warp, bombo vitaminado, bleeps y detalles de videojuego y de repente cuerdas del espacio. Este tema sí que me ha llegado al fondo, huele a zambombazo desde la distancia.
Por último una versión más juguetona del anterior, que se desprende precisamente del componente que más me ha sorprendido, las cuerdas. Este para los más gimnásticos.
Correcto ejercicio de techno atemporal y clásico, que no se moja mucho en la búsqueda del vellocino de oro, pero que entretiene y sirve para lo que es: bailar.