Esta semana, La Casa Encendida presenta la decimoctava edición de Electrónica en Abril, el festival que reivindica la vanguardia rítmica y que vuelve tras dos años de parón. Otras latitudes, nuevas voces y nuevos ritmos de la escena electrónica son de nuevo protagonistas en La Casa Encendida del 31 de marzo al 3 de abril.
Este año, Electrónica en Abril está comisariado por Jokkoo, un colectivo musical barcelonés que nace con la necesidad de investigar y difundir el sonido electrónico más actual y avanzado del continente africano y su diáspora.
África está liderando la búsqueda de nuevos sonidos, experimentación y vanguardia: el jueves 31 abre el festival MC Yallah, la reina indiscutible del rap ugandés, que presenta su trabajo por primera vez en Madrid junto al productor alemán Debmaster. Se trata de uno de los proyectos más potentes del ya consolidado sello Nyege Nyege Tapes.
Los conciertos del viernes siguen una línea más rítmica, como la actuación de Klein, la artista experimental londinense y máximo exponente del R&B electrónico en Reino Unido, cuyo trabajo se acerca a la música clásica de una forma abstracta e íntima. Este concierto es la única fecha de su gira por España. El programa cuenta también con la prolífica artista londinense Loraine James, que se ha convertido en una de las más reconocidas en la escena electrónica internacional; con el parisino Nsdos, cuyo trabajo parte del movimiento corporal para desarrollar su música y sus visuales, y con la actuación futurista del grupo ugandés HHY & The Kampala Unit que fusionan el techno astral, percusiones polirítmicas y melodías de trompeta
La experimentación, la mutación de texturas y la introspección invaden La Casa Encendida el sábado por la noche. Lil Asaf & Ba, productor palestino residente en Ammán, Jordania, junto a Ba, rapero de su ciudad, inundan el Patio con su hip hop crudo y visionario sobre el que expresan sus letras en árabe. Completan la programación las actuaciones audiovisuales de la murciana Beatrix Weapons -parte del colectivo Women in Experimental de Música Dispersa- que presenta su peculiar universo melancólico y desgarrador; y el artista angoleño Nazar, que realiza una muestra de su kuduro mutante y agresivo, donde narra la historia de su familia y su país, mientras le acompañan los visuales del cineasta Rob Heppell. El kuduro (del portugués cu duro, que literalmente significa culo duro) es un género de baile procedente de Angola que provoca furor en su país natal, así como en Portugal donde es fácil escucharlo en las pistas de baile.
Electrónica En Familia
El festival cierra el domingo con dos conciertos dedicados a acercar la música electrónica al público más joven: WaqWaq Kingdom, dúo de origen japonés, traza conexiones entre la música nipona tradicional y la electrónica contemporánea, entre el dancehall jamaiquino y el techno de 8 bits, y entre los polirritmos africanos y la música experimental. En el segundo concierto, el artista ghanés Steloo comparte con los más pequeños y pequeñas una actuación improvisada e interactiva donde los sonidos de juegos infantiles analógicos y digitales se mapean con sintetizadores midi para crear un cosmos dinámico y divertido.
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