Richie Culver & Pavel Milyakov: A Change of Nothing (Participant)

Para Richie Culver y Pavel Milyakov llamar a su primer proyecto colaborativo “A Change of Nothing” es un gesto irónicamente paradójico e inquebrantablemente diagnóstico.
El EP marca en el sonido y la palabra hablada una respuesta introspectiva a los períodos de transición extrema, una reflexión intrincada y melancólica sobre cuánto ha cambiado y cuánto ha permanecido igual. En el caso de Culver, esta preocupación es algo que ha sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración para el artista.
En sus infames obras visuales, viñetas autobiográficas de observaciones externas y proverbios de drogadictos están garabateados y rociados sobre lienzo, vislumbres fugaces y tensos de un pasado difícil.

Richie Culver

El arduo viaje desde la lucha contra el abuso de drogas, el alcoholismo y la falta de vivienda hasta la vida familiar, la sobriedad y la creación de arte para ganarse la vida siempre ha sido la columna vertebral del trabajo de Culver y lo mismo se aplica a sus recientes incursiones en la música.
Al igual que mis pinturas, algunas de las cuales toman 10 segundos, 20 segundos, se necesitan 40 años de experiencia para poder hacer estas cosas. Quería llevar ese concepto a la creación de música”, explica. “Siento que tengo un lenguaje que se está uniendo”.
La misma inmediatez visceral de sus pinturas crepita a través de DID U CUM YET / I’M NOT GONNA CUM, su proyecto de colaboración debut con el espíritu afín Blackhaine, así como en Post Traumatic Fantasy, un ensamblaje singular de voz modulada y electrónica DIY en espiral para Superpang.
A Change of Nothing” introduce una nueva perspectiva con Milyakov, también conocido por su trabajo como Buttechno. “Pavel es alguien a quien he estado observando y escuchando durante años”, explica Culver. “Quería mantener el proyecto en ese bolsillo, fue una progresión natural para mi sonido”.

Pavel Milyakov

Comenzando como una serie de bocetos, Culver se acercó a Milyakov con el
proyecto, y fue la continuidad de la música con el arte visual de Culver lo que resonó con el productor.
Cuando elijo artistas para colaborar, siempre se trata de experimentar el mismo sentimiento pero con diferentes enfoques”, dice Milyakov. “Cuando me envió las grabaciones de audio, reflejaban la misma actitud. Puedes escuchar el mismo tipo de frases, es el mismo lenguaje que usa en sus pinturas”.
Ejecutando las grabaciones iniciales de Culver a través de una serie de parches Max/MSP personalizados y prestados, Milyakov crea un escenario sonoro denso y evocador para la sangría de Culver, que convierte décadas de ansiedad, paranoia y depresión reprimidas en una oscilación tensa y un pulso granular inquieto.
También para Milyakov, A Change of Nothing llega en un momento de severa interrupción y transición abrupta. Obligado en los primeros días de la invasión rusa de Ucrania a abandonar su casa y estudio en Moscú para mudarse con su esposa ucraniana, Milyakov pasó los siguientes meses viajando por Europa.

Al describir su experiencia de vivir en Rusia como “oscura y sombría desde el principio”, Milyakov canaliza el trauma pasado y presente en A Change of Nothing, un lamento cansado y una transmisión desafiante frente a la adversidad continua.
Las oleadas orquestales de ruido y la reverberación cavernosa sitúan la entonación cargada de fatalidad de Culver, bolsas frías de ambiente y drones vacíos, como una banda sonora de terror que suena en lo profundo de una cueva marina, el sonido metálico ocasional de la percusión procesada resonando en la piedra húmeda.
Esta inquietud se dispersa ocasionalmente con momentos de iluminación; una breve ráfaga de gorjeo de guitarra de surf acuático, un reflujo bajo de zumbido industrial roto por una secuencia de golpes de sintetizador cristalino, latidos de bajo de pulmón de hierro atravesados por granulado de gama alta, cadenas arrastradas sobre concreto, cada una presentando un destello fugaz de algo parecido a la esperanza en medio de oscuridad.

Pasando de una resignación desolada a un desapego narcótico que disfraza una incertidumbre paralizante, Culver se nutre de un profundo pozo de dolor sin idealizar el proceso, comunicando crudeza sin ira, lucha sin vergüenza.
Instantáneas devastadoras de plataformas petrolíferas en el inhóspito mar del Norte, el dormitorio inalterado de un hijo muerto y tocando fondo pero sin dejar de excavar resuenan en este incierto terreno sónico. Sin embargo, aunque nunca rehuyen vivir en la más absoluta desesperación, ambos artistas se permiten excavar un escape, para hacer espacio para la progresión hacia adelante. Culver promete un cambio de estación y un cambio de ropa, demostrando una tenaz voluntad de sobrevivir. Milyakov construye lavados catárticos de ruido de vidrio en polvo y cacofonía trascendente, encontrando liberación a través de la amplificación.
Paradoja y diagnóstica a la vez, A Change of Nothing revela hasta dónde han llegado ambos artistas sin dejar de ser capaces, al menos en parte, de seguir siendo los mismos.