Mutek x Reebok, un 10 en todos los sentidos

Reebok unió fuerzas con Mutek Barcelona en su décimo aniversario presentando en Astin un programa dedicado a los sonidos del futuro y abierto a los ritmos más urbanos. Una velada de artistas cuyo discurso se articula en torno al empoderamiento, el desafío y la disrupción.

 

Mutek Barcelona ha cumplido años. Y para celebrarlo, el festival que empezó siendo el hijo pequeño de su progenitor canadiense, ha hecho su gran fiesta de aniversario. Un guateque que se ha alargado cuatro días, del 6 al 9 de marzo, por 13 espacios diferentes de la ciudad. Una fiesta que, un año más, ha contado con la innovación digital y la vanguardia electrónica y sonora como protagonistas. La gran fiesta de los 10, número de la excelencia, sinónimo de perfección y la suma de los dedos de las dos manos. Mutek Barcelona este año ha sido un 10.

El gran cierre de la semana de festejos se celebró la noche del sábado en su buque insignia, en la mítica sala Apolo. Allí, concretamente en el Astin, la sangre fresca de los 10 se dió la mano con la electrónica más disruptiva del circuito electrónico contemporáneo, y Reebok tendió un puente a Mutek para unir valores y juntos concluir con la emocionante semana llena de descubrimientos.

La noche empezó con el debut de Drakis, colectivo local formado por Julietta Ferrari y Ulldeter, residentes del Club Marabú, con una sesión disruptiva, fresca, joven y gamberra que significó una ruptura brusca con la realidad. Sonidos cercanos al dancehall, al trap melódico y al afrobeat, filtrado por la contundencia metálica del sonido industrial. Un dato, en su dj set sonó el mítico Flying Free de Pont Aeri, una fórmula nada convencional pero que conectó con parte de la platea.

Siguió el joven inglés Don Sinini, que debutaba en Barcelona, con un directo en el que abundó el autotune, la interacción con el público con repetidos guiños y preguntas y un Trap directamente ligado con las corrientes más jóvenes de la música urbana del Reino Unido. Un perreo gracioso con gafas de sol y micrófono en mano impregnado de influencias que van del dancehall al drill.

El desafío de la noche Mutek x Reebok llegó de la mano de la productora británica Mina & Bryte, músico experimental de Ghana. Su directo fue brillante. Mina mezcló de forma magistral tambores africanos, música brasileña y cualquier ritmo sincopado proveniente de países remotos con funky y afrobeat, y Bryte, sumó su deslumbrante voz, considerada como una de las más reveladoras de su país, ejerciendo de MC.

La noche continuó igual de desafiante y futurista con el directo, también debut, de Still, capitaneado por el artista y músico italiano Simone Trabucchi, junto a los MC Freweini y Devon Miles. El resultado fue un dancehall milimétricamente procesado, fresco, auténtico y arriesgado, con una impresionante imbricación de influencias rítmicas y estilistas procedentes de Etiopia y Jamaica. El resultado fue un show con una puesta en escena divertida y contundente.

Sin duda el empoderamiento llegó de la mano de la “primera dama del drum & bass”, DJ Storm, una de las dj más influyentes del género, galardonada durante 4 años como la mejor dj femenina por los National Drum and Bass Awards, impresionante selectora de drum & bass y jungle y mezcladora con una habilidad sobrenatural y una elegancia deslumbrante.

Productores jóvenes con discursos desafiantes, artistas disruptivos que piensan en el valor del cambio más allá de la lógica y lo convencional y empoderamiento en pro de las propias capacidades. Un resumen honesto y personal de la gran noche Mutek x Reebok.